La polémica alrededor de la falta de médicos en Galicia no deja de crecer. Si a las informaciones relativas a la renuncia de la Xunta a la hora de cubrir este año más de 100 plazas de facultativos, según los datos del Ministerio de Sanidad, se suma ahora la denuncia realizada por el sindicato CIG con el punto de mira en la situación de la sanidad pública en la zona de Pontevedra.

La acusación realizada es muy grave porque se refiere a las condiciones en las que se pasó la noche de Fin de Año en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés.

La Confederación Intersindical Galega ha denunciado que la gerencia de dicha zona sanitaria contrató, ante la insuficiente cantidad de médicos contrató en Fin de Año “tanto ambulancias como personal externos al sistema público” y esto, según la CIG, sin “información ni garantías, mintras se dejó a cuatro PAC sin médico”.

La situación ha sido tan grave que, en palabras de los responsables del sindicato nacionalista, se llevó a acabo esa contratación de dos ambulancias medicalizadas sin que “los profesionales que trabajaban ese día tuvieran información de su existencia, ni en los PAC ni en el 061”.

Tal y como describen dichos vehículos se encargaron de cubrir el turno desde las 15.00 horas del último día del año, hasta las 08.00 horas del 1 de enero. Y esto sucedió en los Puntos de Atención Continuada de A Parda, en Pontevedra capital, y Baltar-Portonovo, en la zona pontevedresa de Sanxenxo. En ambos casos no había médico disponible en esos horario, de ahí las contrataciones de las ambulancias.

Se da la circunstancia de que, tal y como adelantó en su momento ELPLURAL.COM, la provincia de Pontevedra se ha convertido en la punta de lanza del caos que vive la sanidad pública en Galicia y la atención primaria y las urgencias en particular. En el caso de Baltar, hay que recordar que hace unas semanas fue noticia por algunos episodios que afectaron a pacientes, siendo el más grave el que rodeó la muerte de una mujer.

Meses y años de críticas a la gestión

Sobre la contratación de las ambulancias durante 17 horas, según la denuncia de la CIG, se trató de vehículos de clase C “destinadas a proporcionar soporte vital avanzado” y estaban dotadas de “personal técnico de emergencias sanitarias y de personal médico”, en todo caso externos al Servizo Galego de Saúde, Sergas, y que no disponía de autorización para acceder a la historia clínica electrónica de los pacientes.

Desde la Confederación han explicado que la información que trasladó la gerencia de Pontevedra sobre centros sanitarios afectados por las faltas de cobertura “no recogía la contratación de estos servicios externos”, así como las competencias que debían o estaban autorizados a desempeñar estos profesionales “tal y como se puede comprobar en la propia información facilitada por la gerencia a los PAC y al 061”.

Esta situación se suma a las muchas hechas públicas en los últimos meses contra la gestión de la sanidad pública por parte de la Xunta de Galicia, y cuyo dato penúltimo episodio se dio con la noticia adelantada por la cadena Ser sobre la renuncia de la Consellería de Sanidade a cubrir más de un centenar de plazas de médicos.

Ante esto, el sindicato nacionalista hace hincapié en la falta de transparencia e información de este tipo de contratos, algo que “dificulta la necesaria coordinación de los recursos sanitarios para atender urgencias y emergencias”.