A pesar de que un día sí y otro también, desde la Xunta de Galicia se presume de los buenos datos que arroja la evolución de la pandemia en la región, el pilar fundamental que ha permitido esas cifras (al margen de otros factores) observa como, a pesar de la situación actual, con la amenaza de la variante Delta sobre la mesa, la administración autonómica no varía un ápice sus políticas sanitarias con respecto a otros veranos de ‘normalidad’.

Entre esas prácticas la más recurrente y repetida es el cierre de camas durante los meses estivales. Esto permite un supuesto ahorro para las arcas públicas, pero es solo un espejismo puesta que la necesidad de recursos humanos y materiales sigue dándose a lo largo de estas semanas.

Un caso paradigmático en este sentido lo denuncia la Cofederación Intersindical Galega, a través de su federación de Salud y tiene que ver con la ciudad más poblada de Galicia: Vigo.

Según este sindicato, en esta zona sanitaria la Xunta ha previsto el cierre de camas en los centros hospitalarios públicos durante el verano. Si esto ya, por sí mismo, es grave, la CIG informa de mientras esto empieza a suceder o planificarse, el Servizo Galego de Saúde negocia con Ribera Salud (propietaria del hospital Povisa situado en la ciudad olívica) “un nuevo contrato para gestionar la lista de espera” de este área sanitaria.

Se da la circunstancia de que, además de los efectos propios derivados de la pandemia, han trascendido otros que han afectado al funcionamiento normal del sistema sanitario público. En este apartado, en determinados momento ha sido necesario suspender y aplazar muchas cirugías para dar prioridad a los afectados por el coronavirus.

Precisamente, desde el sindicato gallego reconocen que el período veraniego soporta menos presión de determinadas patologías, pero a su vez, aseguran que “podría ser una oportunidad para incrementar el número de cirugías para acortar la lista de espera que padecemos, tanto la histórica que arrastramos como la ocasionada por la disminución de actividad durante la pandemia”.

Recortes en la pública

Ante esto, como denuncia la CIG en un comunicado, la Consellería de Sanidade, en lugar de optar por incrementar el trabajo en los quirófanos para aliviar las listas de espera, apuesta por “dedicar más dinero a la sanidad privada”. “Mientras se cierran camas, el Sergas negocia con Ribera Salud un contrato de varios millones de euros para que la empresa de Centene Corporation, con sede en St. Louis, Missouri, gestione la lista de espera del área sanitaria de Vigo”, señalan.

Este es siempre el dilema que el Partido Popular plantea partiendo de la base de la defensa de la afirmación de que la sanidad pública no es rentable. Es el mismo argumento utilizado en la Comunidad de Madrid con la creación y puesta en marcha de la gestión mixta de los hospitales públicos primero, y el intento de su privatización total después, que fue parada gracias a las protestas de la Marea Blanca protagonizadas por personal sanitario y ciudadanía.

La rotura y desmantelamiento del estado del bienestar responde a un criterio ideológico muy ligado al neoliberalismo. Entre otras cuestiones, para desprestigiar e impulsar una corriente de opinión contraria a la sanidad pública, basta con dejar de invertir en ella, lo que se traduce en una desconfianza que, a su vez, provoca el paso hacia la sanidad privada.

Galicia, en particular desde que Alberto Núñez Feijóo accedió a la presidencia de la Xunta en 2009, ha experimentado una desinversión más que destacada en esta materia. En este sentido, un episodio extraordinario y global como es la actual pandemia, ha permitido volver a situar la salud pública en un lugar de máxima relevancia para la clase política y la ciudadanía. Por ello, los representantes de la CIG consideran que es “difícil de explicar” un aumento de las derivaciones (y el dinero) hacia la sanidad privada y, en el caso citado, hacia la mencionada empresa estadounidense, en lugar de “utilizarlos para reforzar los recursos públicos”.

Al hilo de esto, la Confederación Intersindical Galega, ante la necesidad urgente de incrementar el personal de la sanidad gallega, apuesta porque “se haga con cago al dinero que está previsto que -el Sergas – destinará al aumento de los conciertos con la sanidad privada”.