12,5 millones de euros. Esta es la cantidad anunciada por la Xunta de Galicia para hacer frente a las necesidades que, en materia de Atención Primaria, presenta la región durante el próximo verano. El encargado de anunciarlo ha sido el presidente, Alfonso Rueda, quien subrayó ayer, en la rueda de prensa posterior al Consello de Goberno, que con esta partida se garantizará la asistencia sanitaria en los meses estivales.
Según sus palabras, este dinero se destinará, principalmente, “a contratar médicos para sustituír a los que están de vacaciones, contratar a facultativos adicionales y reforzar los centros de las zonas con mayor afluencia en esta época del año”.
Estos días atrás, el ejecutivo de Rueda recibió numerosas críticas por proponer, mediante incentivos económicos, a alumnos de MIR de último curso para cubrir vacantes. Las críticas a esta medida no tardaron en llegar, sobre todo desde las organizaciones médicas poniendo el grito en el cielo por la ausencia de supervisión por parte de un facultativo.
En el Consello de este lunes se ha dado luz verde a esta decisión. En concreto, tal y como explicó la Xunta en un comunicado, se prevé la “encomienda de funciones al personal residente en su cuarto año de formación”. Aclararon desde el Gobierno autonómico que es una medida de “carácter voluntario, con incentivos económicos y bajo supervisión”, olvidando, a priori, esa ausencia de control por parte de un médico de plantilla del Servizo Galego de Saúde, Sergas.
Esta es una de las acciones que en esta materia y pensando en el verano se aprobaron en la reunión del Consello de ayer.
Sin embargo, el paquete de medidas ha recibido las críticas de la oposición. Para empezar, el Bloque Nacionalista Galego, a través de su portavoz de Sanidade, Montse Prado, habló de que Alfonso Rueda va de “ocurrencia en ocurrencia” en alusión a lo anunciado por el presidente gallego.
La dirigente del BNG, en referencia a las medidas para garantizar la atención sanitaria en verano, vatició que "todo indica que en los próximos meses numerosos centros de salud, sobre todo en Atención Primaria”, van a pasar por “situaciones límite, tal y como ha ocurrido en los últimos años”.
Prado llamó la atención sobre el hecho de que las medidas para hacer frente a las necesidades del verano en esta materia se aprueben a mediados de junio, algo que “causa estupor” por lo tardío de las decisiones que, en realidad, insitió, son “ocurrencias”.
La portavoz nacionalista recordó que la responsabilidad del Gobierno autonómico es “planificar y organizar los recursos de la sanidad pública” algo que no ha cumplido, de ahí la demora en la aprobación de este lunes, bien entrado el mes de junio.
Consulta en su lugar de vacaciones
Además, al margen del retraso, explicó que esas medidas solo se centran en que “los profesionales trabajen más", añadiendo que la Consellería de Sanidade "no aporta soluciones porque no va al fondo del problema y no afronta el déficit estructural de profesionales, la precariedad” y se basa en unos presupuestos “insuficientes".
En relación con esto, Montse Prado fue contundente al indicar que mientras se exige a los profesionales la prolongación de jornadas o intersustituciones, estos médicos se ven obligados a hacer “el trabajo de varios".
Mencionó también que la Xunta, además de solicitarles que trabajen más horas, les pide a quienes “tienen segunda residencia en zonas de costa que acepten trabajar en otros centros de salud, o que los concellos les pongan casa a disposición para que vayan pasar sus vacaciones y pasen consulta”.
El último de los puntos que mereció la critica de la parlamentaria autonómica del Bloque fue el relacionado con los residentes de último año. Para Prado, esta medida de que asuman esas labores “sin que esté garatizada su supervisión, tal y como establece la legislación", además de posibles cuestiones de legalidad, algo que la Consellería defiende como acorde a la normativa actual, “va a provocar una inequidad ya que solo favorecerá a los grandes centros de salud”.
Ante esta situación y las decisiones adoptadas para paliar los problemas de la sanidad pública, los nacionalistas insistieron en que si no hay médico no es porque el sistema funcione mal sino “la consecuencia del maltrato continuado e de las malas condiciones laborales". Por ello, para evitar lo ocurrido en años anteriores, Montse Prado reclamó una rectificación de la política sanitaria de la Xunta y un nuevo modelo de Atención Primaria.
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