El informe publicado la semana pasada por la revista médica Eurosurveillance, recogido a su vez por la prestigiosa Nature, sobre el brote de gripe aviar (N5H1) detectado en octubre del año pasado en una granja de Carral, A Coruña, sigue generando polémica. En esta ocasión se debe a la denuncia que, a través de un vídeo, ha hecho hoy mismo la Fundación Franz Weber.

Se trata de una grabación realizada por Carmela Fernández de la entidad animalista el pasado viernes 27 de enero y sirve para denunciar lo que denomina “las deficientes medidas de bioseguridad existentes en las granjas peleteras en Galicia”.

Tal y como describen, esas imágenes “prueban que cualquier animal susceptible de transmitir la gripe aviar u otro virus puede entrar en contacto con los visones”.

En el vídeo se observa como la instalación es abierta, “tras un muro con un deficiente mantenimiento”, y en ellas las jaulas de los animales “son fácilmente accesibles para otros animales, desde gaviotas a gatos”. Esto se debe, tal y como se ve en el vídeo, a que esos puestos son al aire libre, solo cubiertos “de manera parcial por un techo metálico sobre estructura de madera”.

Los responsables de la Fundación Franz Weber han anunciado este lunes que enviarán el vídeo con estas imágenes a los Ministerios de Transición Ecológica, Sanidad y Consumo. El objetivo, como ya han señalado en ocasiones anteriores, es que se decrete el cierre no solo de esta granja sino de las que funcionan en Galicia y el resto del Estado por “su evidente riesgo para la salud medioambiental”. 

Precisamente, este colectivo ha recordado el estudio científico publicado recientemente en el que se alertaba de una mutación presente en los visones.

Cabe subrayar que la patronal del sector, a raíz de la publicación por las citadas revistas, hizo público un comunicado en el que defendía su actividad y la manera de ejercerla. Para Franz Weber dicha declaración es “un enorme ejercicio de cinismo”, a través del que se trata de “eludir cualquier responsabilidad” ante la aparición del virus en sus instalaciones.

En la misma línea que esta Fundación se ha pronunciado también hoy Greenpeace.

Esta organización, tras el brote de Carral, hace un llamamiento urgente al cierre de estas granjas y reclama el fin de la ganadería industrial.

La entidad ecologista ha señalado que se trata de "un caso realmente preocupante, porque confirma la posibilidad de que este tipo de virus pudiese evolucionar para transmitirse entre mamíferos y, eventualmente, alcanzar la transmisión entre humanos".

Al mismo tiempo, ha planteado cuestiones inquietantes que no tienen respuesta como son como si “ha pasado el virus ya a mamíferos salvajes” y, por otro lado, “¿adónde podrá llegar desde ahí?", en palabras de, Reyes Tirado, científica del laboratorio de investigación de Greenpeace, en la Universidad de Exeter (Reino Unido).

Ante esta situación, Greenpeace se suma a otras entidades que, desde hace años piden el cierre de este tipo de instalaciones, haciendo hincapié, en particular, en las de visiones, tal y como ha ocurrido ya en varios países de la Unión Europea.