Nada nuevo en el horizonte y, tal y como se esperaba, el presidente de la Xunta no ha hecho autocrítica por su gestión de la ola de incendios que arrasaron la región, en particular la provincia de Ourense. Alfonso Rueda no ha dado pie a la sorpresa en su comparecencia de hoy en la Cámara autonómica a petición propia y un mes después del inicio de este episodio desalador de fuegos.

Lo que sí ha ofrecido han sido datos. El más destacado, el número de hectáreas quemadas. La cifra se sitúa en alrededor de 120.000, lo que convierte esta ola en la más dramática de la historia desde que se conocen este tipo de datos.

Además, también ha indicado en un intento de restar importancia - o esa ha sido la impresión al escucharle- que el 69% del terreno afectado es de monte raso, mientras que el resto (el 31%) correspondió a bosque arbolado. Para responder a las críticas que le dirigirán por esta distinción, Rueda ha aclarado que "esto no es minimizar nada. Es decir la verdad, porque diciendo la verdad es como se pueden solucionar los problemas".

El dato ofrecido por el presidente de la Xunta de Galicia no coincide con el ofrecido hace unos días por la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, atendiendo a la última actualización del europeo Copernicus, que elevan a casi 144.000 las hectáreas quemadas en la comunidad en los últimos fuegos.

En palabras de Alfonso Rueda, que en momento alguno ha reconocido algún tipo de error o ha hecho autocrítica, "ni olvidamos, ni olvidaremos lo sucedido este mes: 673 fuegos, casi 30 diarios, algunos días más". Según los datos facilitados en sede parlamentaria en total fueron más de 60 los concellos afectados por una ola de incendios que hizo estragos en las cuatro provincias, aunque con especial intensidad en Ourense y sur de Lugo.

Durante la crisis incendiaria, más de 400 personas fueron evacuadas de sus casas en la comunidad gallega y más de 2.000, en algún momento, tuvieron que ser confinadas. Unas 144 viviendas se vieron dañadas por las llamas, de las que 13, ha precisado el presidente gallego, son viviendas habituales.

No se ha olvidado el jefe del Ejecutivo autonómico de la oposición, y ha sido particularmente duro con la portavoz del Bloque Nacionalista Galego con la que, incluso, ha llegado a utilizar la ironía. 

Tampoco ha dejado a un lado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a algunos de los miembros de su Gobierno.

Su principal reproche a la Moncloa ha sido por la "tardanza" en facilitar maquinaria y demás medios solicitados no solo en la extinción sino también para la posterior reconstrucción. En este sentido, obviando la orden dada del regreso de unidades urbanas de bomberos a sus bases luego rectificada, no ha dudo en reclamar "más diligencia" a la hora de cumplir "promesas que se hacen en caliente", en alusión a los anuncios del presidente del Gobierno y sus ministros.

En este punto ha anunciado una de las medidas estrella de su plan para evitar que una ola como la ocurrida vuelva a repetirse y, curiosamente, esta pasa por una solicitud al Ejecutivo central y al Ministerio de Defensa. Se trata de la creación de una base permanente de la Unidad Militar de Emergencias en tierras gallegas (la más próxima se encuentra en León).

De este modo, ha dicho que cursará la petición a Pedro Sánchez y a Margarita Robles "de forma inmediata", afirmando que esa "base permanente" estaría ubicada en el municipio ourensano de Toén. 

Además de la presencia de una unidad de la UME en Galicia, Rueda ha adelantado su intención de "reforzar de manera urgente".

"Incumplimientos" que todavía existen

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha anticipado su intención de reforzar "de forma urgente" la gestión de las franjas secundarias. Estas áreas no son otras que zonas estratégicas para prevenir los incendios y que hay que mantener limpias al tratarse del entorno más inmediato de las aldeas. Sobre esto ha dicho que se actuará para tratar de reducir "incumplimientos" que aún existen. Uno de los primeros pasos será hablar con los municipios y agilizar las rozas más prioritarias.

Cabe subrayar que durante la sesión de hoy han estado presentes diferentes alcaldes de concellos afectados, así como los presidentes de las cuatro diputaciones provinciales, que ban seguido la intervención de Rueda desde la tribuna de la Cámara gallega. En clave municipal, el presidente autonómico ha anunciado que convocará de inmediato a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) con el propósito de analizar cuestiones como la modificación del convenio para que la Xunta pueda colaborar con los ayuntamientos de menos de 10.000 habitantes asumiendo su competencia para ordenar la limpieza de franjas secundarias.

A esto ha sumado otra propuesta a los concellos para que sean las administraciones municipales junto con la regional las encargadas de identificar conjuntamente las rozas más urgentes y prioritarias en estas zonas clave que rodean las aldeas.

Otra de las acciones será el impulso de la plantación de frondosas en el entorno de las parroquias más afectadas por los fuegos para que actúen como cortafuegos natural.

Con la convicción de que el rural debe ser productivo, la Xunta también prevé que antes de que finalice este año se presente al sector el borrador del futuro Plan Director da Industria Forestal, además de comprometerse a reducir la burocracia para que los propietarios no encuentren "tantas trabas administrativas" a la hora de sacar partido a sus parcelas.

En varias ocasiones ha lanzado algunas pullas a la oposición. Así, en su intervención ha abogado, tras criticar en las últimas semanas al Gobierno central, por buscar un acuerdo por encima de la "demagogia", al tiempo que ha agradecido el trabajo de los equipos de extinción gracias a los cuales "se lograron defender muchas aldeas".

También en materia de extinción, el presidente gallego ha puesto el foco, con especial intensidad en el papel clave de los medios aéreos, por ello ha informado de que la Xunta acometerá "un refuerzo de los medios aéreos" para apagar el fuego, y lo hará a través de la incorporación de nuevos aviones y helicópteros y de la creación de nuevas bases que permitan su actuación.