Con todas las miradas puestas en el salto del presidente de la Xunta a Madrid, Galicia se prepara para la era post-Feijóo. Y que el líder de los populares gallegos compagine su cargo al frente de estas Comunidad Autónoma con la presidencia del Partido Popular no convence a los socialistas. 

El secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso, ha manifestado que es "ilógico y absurdo" que Alberto Núñez Feijóo compatibilice ambos cargos. En este sentido, y como ejemplo, ha dicho que ve "imposible" defender al mismo tiempo "la financiación autonómica de Murcia y la de Galicia".

En declaraciones a los medios en Santiago, tras una reunión con la ministra de Educación, Formoso ha subrayado, no obstante, que la decisión del presidente gallego es una "cuestión personal" , aunque ha advertido que también "de compromiso con Galicia".

Una vez que decida qué hacer, ha dicho, comenzará el "tic tac" para saber si "tiene un compromiso de país o hay un compromiso con el resto del Estado". "Cualquier otra competencia que exija compatibilidad más allá de la frontera de Piedrafita, no tiene sentido", ha precisado. 

Cuenta atrás para el Congreso 

Las miradas están todas puestas en el Congreso que el PP celebrará a principios de abril y que tendrá como sede, muy probablemente, Sevilla. 

Entre los pesos pesados de la formación, el apoyo más fiable con que cuenta hoy en día el líder gallego es Juan Manuel Moreno. Aunque Isabel Díaz Ayuso le ha trasladado su apoyo explícito, Feijóo sabe bien que no es una política de fiar, tanto por sus conocidas aspiraciones a liderar la organización nacional, como por el sesgo marcadamente populista de su perfil político.

Moreno, sin embargo, no tiene aspiraciones nacionales y es el primer interesado en que el río recupere la calma. 

Si finalmente el gallego toma las riendas del principal partido de la oposición, está por ver cómo afrontará ese papel, muy diferente al que desarrolla en Galicia, y qué postura adoptará la formación con respecto a Vox. Hasta el momento Feijóo siempre lo ha tenido muy claro. Con ellos no iría "ni a la vuelta de la esquina".