Un estudio realizado por el profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, Javier Fernández Castroagudín, en colaboración con los integrantes de la Asociación GRH Big Red One 'Manuel Otero', Óscar Galansky, Jesús González y Rubén Travieso, deja entrever un dato muy curioso. El alistamiento y servicio de ciudadanos españoles que en aquel momento vivían en Estados Unidos para participar en la Segunda Guerra Mundial no fue “un hecho infrecuente”, siendo la región gallega la que más reclutados aportó de todo el Estado, con un 30,8%.

Esta conclusión en forma de cifra se extrae de un estudio cuyo objetivo principal ha sido analizar de forma sistemática “el perfil y trayectoria de los emigrantes gallegos que sirivieron en las fuerzas armadas” del país norteamericano durante el citado conflicto, según explica la Universidad en un comunicado.

Para lograr esa curiosa información, los autores llevaron a cabo un proceso secuencial de búsqueda en los registros militares de la National Archives and Records Administration (NARA, College Park, Maryland e St Louis, Missouri, Estados Unidos).

Tal y como recuerdan, después del inicio de la segunda Gran Guerra, Estados Unidos mantuvo un estado inicial de neutralidad, a pesar de que el presidente Franklin D. Roosevelt firmó 16 de septiembre de 1940 la ‘Selective Training and Service Act’. En virtud de esta declaración “se establecía la obligatoriedad de registro y, eventualmente, selección y alistamiento de todos los hombres estadounidenses con edades comprendidas entre los 21 y los 36 años”, explican los investigadores. En la práctica esto supuso “el primer servicio militar obligatorio del país en tiempos de paz”.

Sin embargo, el tantas vecinos llevado al cine ataque japonés a Pearl Harbor, ocurrido a principios de diciembre de 1941 en el archipiélago de Hawai y la entrada del país en la guerra, hizo que el día 20 de ese mismo mes se modificó la ley y se amplió el registro a todos los hombres, estadounidenses o no, entre 18 y 64 años, y declarando seleccionables para el servicio a todos los varones “capaces entre 20 y 44 años”.

En palabras de Fernández Castroagudín, se calcula que “más de 19.000 españoles residentes en EEUU, naturalizados o no, fueron registrados bajo la Selective Training and Service Act, de los cuales un porcentaje significativo fue reclutado y sirvió en las diferentes ramas de las fuerzas armadas estadounidenses”.

Primero Galicia y, a distancia, Andalucía

“A pesar de que estos números muestran que el alistamiento y servicio de emigrantes de ninguna manera fue un hecho aislado o anecdótico, este aspecto de la emigración recibió hasta la fecha nula ateción por parte de los investigadores”, añade.

El minucioso trabajo consistió en el análisis de hasta 1.227 registros de españoles reclutados en la armada de este país. De ellos, la comunidad de Galicia fue “la más afectada”. En total, un 31% de aquellos de los que se conoce su región de origen, seguida de Andalucía e las comunidades de la cornisa cantábrica (Asturias, Euskadi, Cantabria), así como Castella y León.

En el caso concreto de Galicia, la provincia que más soldados gallegos aportó al ejército estadounidense fue la de A Coruña, seguida de Pontevedra, Lugo y Ourense.

De esta investigación también se extrae que el lugar de destino de los emigrantes gallegos más frecuente fue Nueva York, seguido de Nueva Jersey, Pennsylvania, California y Florida.

Según ha informado la Universidad de Santiago de Compostela, los resultados de este trabajo se presentaron recientemente en el décimosexto Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea, que tuvo lugar en Logroño.