La Xunta de Galicia, a través del Servicio Galego de Saúde, anunció ayer que los tres hospitales de la provincia de Ourense (el Complejo Hospitalario Universitario, CHUO, de la capitald; el Hospital de Verín y el Comarcal de O Barco de Valdeorras), se convierten en pioneros en España. El motivo: forman parte de un plan piloto para la adaptación de las infraestructuras sanitarias al cambio climático.

Este jueves el Sergas informó de la incorporación a esta programa, llamado 'Life Resystal' que presenta como principales propósitos los de lograr una mayor eficiencia energética y mejor sostenibilidad de las infraestructuras sanitarias.

El gerente del área sanitaria ourensana, Félix Rubial, llevó la voz cantante en la presentación. Entre otras cosas se mostró “encantado” de que la Xunta, a través del Sergas, haya confiado en Ourense para este programa piloto. Muchos lo ven, sin embargo, como una especie de pago por los servicios prestados al propio Rubial, cuya carrera se ha visto salpicada en varias ocasiones por la polémica tanto cuando estaba en el área de Vigo (en el momento de la reestructuración de la zona con el Hospital Álvaro Cunqueiro), como ahora ya en Ourense con la polémica por el intento de cierre del paritorio del Hospital de Verín (y el expediente abierto al médico que más se pronunció en contra).

Sin embargo, de lo que no habló Rubial ayer fue de que el 45% de las enfermeras eventuales de la provincia acaban sus contratos el próximo día 30, sin que haya habido noticias en sentido contrario por parte de su departamento.

Lo denuncia el colectivo Enfermeiras Eventuais en Loita en un comunicado en el que, una vez más, denuncia el uso que “hace la Xunta de Galicia de su personal sanitario”. Estas profesionales le recuerdan al propio presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, que él mismo, en la entrega de las Medallas de Oro 2021, reconoció la “labor personal, rigurosa, sistemática y destacable” del personal sanitario, al que fue a parar la distinción por su tarea durante la pandemia.

Enfermeiras en Loita son claras al decir que prefieren “condiciones laborales dignas”. Señalan no comprender como “ante la situación sanitaria actual” y la “denuncia constante y pública” de falta de personal, para el presidente de la Xunta “continuamos siendo personal de usar y tirar”.

Cabe subrayar que las condiciones precarias derivadas de la eventualidad del colectivo de personal de enfermería en Galicia llegaron hace unos meses al Parlamento Europeo. Ante la Comisión de Peticiones se puso de manifiesto que en la actualidad el Sergas tiene más de 11.000 enfermeras inscritas en sus listas de contratación temporal.

La losa de la pandemia

En enero de este mismo año, el órgano comunitario respondió ante la queja de la precariedad que tanto la Comisión como el Parlamento Europeo seguirán con su investigación sobre la situación de las enfermeras gallegas con el fin de asegurar que “se tomen medidas suficientes para evitar estos palpables y evidentes abusos confirmados, ya de facto, por el máximo Tribunal Europeo”.

El tirón de orejas fue más que evidente, pero a la vista de cómo han evolucionado los acontecimientos y a tenor de lo que dicen desde el colectivo – “contratación precaria, condiciones laborales que llevan al personal eventual al agotamiento físico y mental”- todavía no se han adoptado medidas correctoras.

“Somos muchas las que llevamos años aguantando precariedad”, indican, a lo que se ha sumado como una losa nunca antes vista, la pandemia. Denuncian a modo de ejemplo que, en el marco de esas condiciones, no tienen “derechos de ningún tipo, ni siquiera a vacaciones”, siendo la única opción de disfrutar de un descanso “la suspensión de las listas de contrataciones durante máximo un mes y sin coincidir con período estival”. Y claro está, durante este descanso no cobran.

Esta situación la arrastra toda la sanidad gallega a causa de los niveles de eventualidad que presenta en todos los niveles y, en particular, en el de enfermería.

Una de las consecuencias, tal y como han señalado en varias ocasiones desde diferentes entidades y colectivos que luchan por la defensa de la sanidad pública en la región, se observa desde antes incluso del Covid en la Atención Primaria.

Dicen desde Enfermeiras eventuais en loita que la Xunta “mantiene al personal” en situación de “precariedad laboral”, lo que a su vez se traduce en un riesgo para los pacientes. Ante esto le lanzan una pregunta al Gobierno de Núñez Feijóo y al conjunto de la ciudadanía gallega: “¿Así se cuida a quien cuida?”.