Finaliza 2025 y, como sucede en cada 31 de diciembre, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, como antes su predecesor, Alberto Núñez Feijóo, ha ofrecido su mensaje de despedida del año que acaba y de bienvenida al que se estrena.

Este que consume sus últimas horas ha sido el año Castelao y en este marco, en su ciudad, en el Museo de Pontevedra, ha grabado un mensaje que, sobre todo, ha sido muy 'Rueda', es decir, sin necesidad de recurrir a los chistes malos que, en una persona que no es la 'alegría de la huerta', provocan el efecto contrario, como los preparados por los guionistas del vídeo del PP gallego de este año.

En el que se ha emitido este 31 de diciembre, en apenas 8 minutos y medio, el presidente de la Xunta ha hecho un balance triunfalista del año, con meción a lo que su Gobierno considera logros y pasando de puntillas por asuntos que han sido más que discutidos por la opinión pública. Tampoco han faltado las referencias a Moncloa, pero en esta ocasión más sutiles, más institucionales, como la relacionada con las cuentas del año y las dificultades de Pedro Sánchez para aprobar las estatales: “Seguimos creyendo que los Gobiernos están para gobernar, no para entretener y mucho menos para indignar. Por eso somos previsibles y mañana, día uno de enero, entrarán en vigor los Presupuestos de la Xunta para el año 2026. Como debe ser”.

Al margen de esto, durante los más de ocho minutos de discurso ha tenido referencias breves a los más pequeños, con su querencia a las pantallas, a los jóvenes y las redes sociales, a los migrantes, presumiendo como lugar de acogida, y a lo emigrantes de la gran diáspora gallega cuyos descendientes se encuentran ahora en buena parte de Latinoamérica.

Así, el presidente gallego ha recordado que “las redes sociales marcan el compás del mundo y, a veces, solo miramos el universo a través de una pantalla. Frente a esta realidad, aspiramos a hacer de Galicia un refugio en el que las cosas se entiendan de otra manera, un lugar en el que seguir mirando a los ojos de las personas”.

No ha faltado la referencia a los incendios más importantes de la historia de la región de este verano. Estos días atrás se ha hablado del cese o dimisión de tres altos cargos de Medio Rural, interpretado como un “reconocimiento” de la nefasta gestión de la ola de fuegos de los meses estivales.

Vivienda, ahora sí es prioritaria

Alfonso Rueda, tras compartir la magnitud de los incendios que “provocaron momentos de impotencia. En Galicia, en España y también en otros países. Inmediatamente nos pusimos manos a la obra de manera que ninguno de los afectados quedara sin ayuda. Hace falta trabajar todos a una, para tener un monte más productivo y más protegido”.

La vivienda, una de las grandes preocupaciones de la población, también en Galicia, ha tenido su lugar en el discurso. Ha hablado de que en la región se trabaja para que “la vivienda no sea un bien de lujo, sino una condición indispensable para que cada quien pueda construir su propia vida. En esta legislatura duplicaremos el parque público de vivienda, y, ya en 2026, tendremos en marcha las 4.000 nuevas viviendas que poco a poco irán abriendo sus puertas y convirtiéndose en hogares”, a lo que se llega después de años de no construir vivienda pública alguna.

La apuesta por la investigación y desarrollo “pilares de un crecimiento robusto”, presumir de una Galicia que “lleva por todos los rincones del mundo nuestros productos, pero también todo un estilo de vida”, rememorando el lema de “Galicia Calidade”; la clara oposición al “proteccionismo comercial que cierra puertas injustamente y que castiga a quién lo hace bien, como nuestros productores gallegos”; o aborgar por convertir la región “en una de las capitales de la economía circular y de las energías limpias”, en alusión a los problemas que presentan muchos proyectos de parques eólicos, han sido también parte del discurso de fin de año del presidente gallego.

No ha faltado la referencia a la sanidad pública, pero solo a sus virtudes, indicando que “ofrece el calendario vacunal más completo del mundo, amplios programas de cribado y tratamientos punteros en la lucha contra el cáncer”; y a la violencia de género “una lacra para el conjunto de la sociedad”.

Alfonso Daniel Rodríguez Castelao ha estado muy presente en su alocución, en el inicio y al final de sus palabras. Curiosamente, una parte de la grabación en el Museo de Pontevedra se realizó con una de las caricaturas del genial y polifacético gallego detrás. Parecía mirar a Rueda con cara y gesto de incredulidad. Al fin y al cabo Castelao no hubiese comulgado con este Ejecutivo del PP, no en vano, está considerado el padre del nacionalismo y del movimiento galleguista. Su muerte en 1950 se produjo en el exilio, en Buenos Aires, donde llegó huyendo de la dictadura franquista.

En definitiva, Alfonso Rueda ha tirado de tópicos, como suele suceder en este tipo de intervenciones, con Castelao como hilo conductor, lo que para muchos en su análisis supondrá una contradicción en sí mismo, y habrá quien, también echando mano de frases típicas, no se haya resistido a decir aquello de “si Castelao levantara la cabeza...”.