Crece la sensación entre las entidades y colectivos que denunciaron la situación de Afouteza, la ciudad deportiva del Real Club Celta de Vigo, situada en el término municipal de Mos, de que poco a poco el cerca se estrecha.

La legalidad de estas instalaciones ha sido puesta en entredicho desde que se iniciaron las obras y se incrementaron cuando Alberto Núñez Feijóo, estando al frente de la Xunta de Galicia, presidió la inauguración de un recinto que acumula varias denuncias por parte de la comunidad de montes en la que está ubicado, organizaciones ecologistas y colectivos vecinales.

Ahora tal y como ha anunciado Ecoloxistas en Acción, una nueva investigación puede volver a poner en tela de juicio las instalaciones deportivas. Después de la denuncia presentada por la organización naturalista ante la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, esta institución ha decidido abrir un expediente sancionador contra Real Club Celta de Vigo S.A.D.

Tal y como señala en su escrito la CHMS el motivo es el “vertido directo, sin autorización administrativa previa del organismo de cuenca, de aguas residuales procedentes de las instalaciones de depuración que recoge las aguas pluviales y de escorrentía” correspondiente a la zona de depuración del Real Club Celta de Vigo “al cauce de un regato el día 22/05/2024, en el lugar de Pereiras", perteneciente al concello pontevedrés de Mos.

Hay que recordar que la denuncia elevada por Ecoloxistas Rías Baixas a la Confederación iba acompañada para probar la citada contaminación los resultados de la analítica correspondiente al vertido.

En ese estudio encargado por la organización a un laboratorio especializado se pone de manifiesto “una altísima concentración de fecales y también la presencia de varios compuestos químicos asociados a los pesticidas y fertilizantes orgánicos habitualmente utilizados en el cuidado y mantenimiento de los campos de fútbol.

La denuncia ante la Confederación Hidrográfica Miño-Sil por parte del colectivo y que ha supuesto esta apertura de expediente sancionador, se suma a la presentada ante el juzgado de Instrucción número 2 de Vigo, que ya notificó a Ecoloxistas “la apertura de diligencias previas para investigar el vertido contaminante procedente de Afouteza, puesto que aprecia posible delito contra los recursos naturales y el medio ambiente”, tal y como han subrayado.

En palabras de Xaquín Pastoriza, coordinador local de la organización, "la infltración en los manantiales de productos contaminantes puede afectar a las familias usuarias y tener que clausurar las captaciones de agua dejando a miles de hogares sin agua potable”. Asimismo, Pastoriza no ha dudado en recordar que "en el caso de Mos, el concello carece de un servicio municipal de subministración de agua a las casas con el que suplir la clausura” de esas recogidas de los vecinos.

Con respecto a esto, Ecoloxistas en Acción tiene claro que el Ayuntamiento de Mos “reconoce ya que la tubería procedente de las instalaciones del Celta es un emisario del aliviadero de una cuba de recogida de pluviales y aguas residuales de los riegos” de los campos de fútbol. Ese agua es la que arrastra los materiales contaminantes con restos orgánicos y químicos cuyo origen se encuentra en las zonas de entrenamiento. Esta circunstancia demuestra, según han denunciado, que el vertido “no es inocuo, ya que contiene aguas residuales contaminantes”.

Estrecha relación entre PP y propietarios

La conclusión es que esos vertidos constituyen “claramente un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente”, pero del mismo modo otro “contra la salud pública”, puesto que a poco metro “ladera abajo” se encuentran varios manantiales de las traídas de agua que “corren grave riesgo de contaminarse”.

A pesar de estas y otras denuncias y resoluciones contrarias a la situación de estas instalaciones, las mismas continúan con normalidad su funcionamiento diario.

Es en este punto donde las entidades que han puesto en conocimiento de la justicia todo lo que rodea la ciudad deportiva también critican la actitud de la Xunta de Galicia.

Precisamente, la gran valedora de Afouteza es la administración autonómica, no en vano, el propietario del R.C. Celta, Carlos Mouriño -ahora la presidencia la ha traspasado a su hija, Marián Mouriño- ha mantenido siempre una relación estrecha con el Partido Popular, hasta el punto de que, incluso, pemitió en su momento que Pablo Casado entonces líder 'popular' y Alberto Núñez Feijóo, presidente gallego, realizaran un acto de su formación en la sede del club, situada en la viguesa calle del Príncipe.

Este hecho, que provocó protestas de socios celtistas, unido a las malas relaciones de la propiedad del club con el alcalde socialista, Abel Caballero, con amenaza incluida de llevarse al equipo fuera de Vigo, parecen corroborar las acusaciones de esa 'relación fluida' entre el PP (y la Xunta) y la familia dueña del Celta.

En este marco cabe encuadrar dos cuestiones. Por una parte la elección del municipio de Mos para construir la nueva ciudad deportiva de Afouteza. No parece al azar ya que la alcaldesa, Nidia Arévalo, es del Partido Popular, próxima a Feijóo y cuya trayectoría (en la actualidad, además de continuar como primera edil es senadora) está rodeada de polémica; por otra, la decisión de la Xunta de declarar lo que ahora se denomina Factoría do Deporte Galego-Galicia Sports 360 y que incluye las áreas deportivas de Afouteza y las comerciales como proyecto de Interés Autonómico, en lo que muchos han observado como una protección ante las decisiones judiciales en contra.