El futuro judicial del expresidente valenciano Francisco Camps se oscurece por momentos. Isabel Jordán, gerente de las empresas Gürtel de Francisco Correa y Álvaro Pérez El Bigotes ha decidido tirar de la manta de la manera más detallada posible y ha remitido al juez José de la Mata un informe de 122 folios que es un torpedo contra la línea de defensa de Camps. El relato de Jordán cimenta la acusación del juez sobre la relación personal que unía a Camps con El Bigotes que estaría tras las presuntas adjudicaciones irregulares a la trama de los stands de Fitur entre 2005 y 2009. Y lo hace con decenas de facturas cruzadas entre la Generalitat valenciana y las empresas Gürtel y con otras tantas fotografías que prueban la fluida relación entre el político y el empresario.

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El expresidente valenciano será procesado en la pieza de Gürtel sobre Valencia conocida con Grandes Eventos, por los contratos dados a Orange Market, y la Fiscalía pide dos años y medio de cárcel -y la acusación del PSOE nueve años- por los delitos de prevaricación y fraude. Según el juez del caso, Camps “actuó para favorecer a Pérez y su empresa en determinadas adjudicaciones: de un lado por su grado de amistad con él; de otro, para calmarle ante los continuos requerimientos de El Bigotes (presionado por Crespo y Correa), para que saldara la cada vez más voluminosa deuda del Partido Popular con Orange Market”.

En su escrito de 122 folios y al que ha tenido acceso ElPlural.com, Jordán ofrece al juez y a la Fiscalía “el reconocimiento de los hechos y la colaboración con la Justicia”. De hecho, la propia acusada recuerda que también ha presentado un escrito de confesión en la pieza Gürtel de Jerez. Tras estas colaboraciones con la Justicia, Jordán denunció haber recibido amenazas en prisión por parte de “una reclusa” que se le acercó para decirle que conocía a “los señores de la Gürtel” y que formaba parte de “una banda de albano-kosovares”.

camps bigotes

La amistad de Camps y El Bigotes

Jordán dedica todo un apartado a la “amistad del señor Francisco Camps con el señor Álvaro Pérez”. En él, relata que “no sólo tenían una relación profesional -como así señaló el señor Camps- sino que mantenían una relación de amistad que se fue consolidando cada día más y más, hasta tener unos lazos importantes de amistad”. La amistad arrancó cuando Camps le pidió a El Bigotes “que se trasladase a Valencia a vivir”.  Hablamos de finales de 2003, cuando Eduardo Zaplana ya se ha instalado como ministro de Trabajo con José María Aznar y Camps “comenzaba su despegue político” y “le hacía falta un profesional que le ayudara con su imagen y con los eventos del partido”.

“Adquirieron un compromiso de ayudarse”, asegura la que fuera directora de cuentas de las empresas Gürtel, que echa andar cuando Álvaro Pérez llega a Valencia y Camps “le va dando los eventos del partido, a pesar de que tenía orden desde el PP Nacional en Madrid de no contratar nada con él”. A cambio, Camps le habría pedido a El Bigotes que contratase a Ignacio Blanch, “amigo de su familia”. “Así se hizo, desde ese momento fue un compromiso mutuo. Los dos cumplieron”.

Jordán va desgranando como durante media década, El Bigotes se hizo cargo de todos los eventos del PP y de la imagen de Camps para “lograr más contacto con el ciudadano y consagrarse como líder”. Algo que Pérez habría hecho con buena nota: “Por eso lo de las navidades con lo de ‘amiguito del alma’ o, incluso, la asistencia a la boda de Álvaro Pérez por parte de “Paco e Isabel” [Camps y esposa, por los nombres con que se refería El Bigotes a ellos].

Imagen del plano de organización de la boda de Álvaro Pérez, donde en la primera pesa y en el primer puesto, estaban "Paco e Isabel", la manera cariñosa de referirse a Camps y su esposa

"Paco e Isabel", en la boda

El relato de Jordán se vuelve hasta novelesco en este punto: “Era una necesidad, un deseo, una culminación a ese récord de amistad, que, aunque no vayas de cacería o juegues al tenis con ese amigo, aún así, sabes que puedes contar con tu amigo, y él contigo. Aunque, después de todo, el Sr. Camps reniegue de él y de lo que le ayudó, le protegió y le cuidó”.

La boda de Álvaro Pérez merece otro episodio aparte en esta confesión sobre amistades y traiciones. Jordán adjunta una imagen con el listado de la boda, donde se ve que en la primera mesa, en la primera posición, estaban “Paco e Isabel”, junto a otros destacados miembros del PP valenciano a los que El Bigotes no dedica apócopes. Dice Jordán que, “en la lista de mesas, para no ser amigos, existe una familiaridad increíble usando los nombres de pila para indicar que en la mesa 1 iban a estar sentados dos de sus amigos”.

Incluso, Jordán adjunta una tabla con los invitados de la boda y algunos de los teléfonos de éstos, entre los que está el de Camps. “¿Cuántas personas tienen el teléfono personal de un presidente de la Comunidad Autónoma? Me podría atrever a decir que muy pocos”, explica la exgerente de Gürtel, que adereza su confesión con un dato sobre Esperanza Aguirre: “Durante muchos años yo trabajé para la Presidenta de la Comunidad de Madrid, y ni tan siquiera podía acercarme a ella, menos tener su teléfono personal”.

El entonces Príncipe Felipe acudió a visitar la carpa de Orange Market en el Open de Tenis. Según Jordán, es un ejemplo de cómo lo utilizaban como "escaparate" para "Camps y sus consellers"

De negocios en el Club de Tenis

Más allá de las amistades, Jordán se introduce en cómo realizaban sus negocios Camps y El Bigotes y cómo el presidente valenciano, “como hacía para el PP, confió en el trabajo y la profesionalidad” de Orange Market para la Generalitat valenciana. Un ejemplo es la reunión que mantuvieron en el Club de Tenis con Camps, un domingo de 2004, donde el entonces presidente estaba practicando con su familia. Camps llama a El Bigotes y le pide hablar en privado fuera de “la zona de pistas de juego”. A su vuelta, Pérez “nos comunicó que ya estaba todo solucionado, que el Sr. Camps le había dado -adjudicado directamente- todo el acto” y Orange Market organizaría, como así fue, el Open de Tenis durante los próximos años.

Jordán relata cómo, a la hora de ponerse a trabajar en el Open de Tenis, durante una reunión con David Serra -vicesecretario del PP y condenado por la financiación del partido- surgen tiranteces porque hay que compartir el pastel con otra empresa adjudicataria. A Orange Market se le intenta recortar el presupuesto y se les exigía “contratar a la fuerza con la empresa de cátering de Juan Carlos Ferrero”.

“Álvaro Pérez se enfadó muchísimo en esa reunión, ya que no era ni mucho menos, lo que le había prometido el señor Francisco Camps”, cuenta Jordán, y añade un episodio que revela el grado de relación entre los dos: “Después de esa reunión, Álvaro se marchó solo en un taxi hasta la farmacia de la señora de Camps para contarle la indignación por cómo el señor Serra lo había tratado” y confesar a la esposa del presidente de la Comunidad que tenía “la sensación de que todo estaba ya repartido, hecho”.

Tras este encuentro con la esposa de Camps, “se rehicieron los presupuestos y se mandaron a Serra, que los aprobó directamente y se realizaron los trabajos”. Pero hay más, el dueño de la otra adjudicataria con la que rivalizaban llamó a Álvaro Pérez y le ofreció que se quedase con la presentación a los medios de comunicación “y facturarlo aparte”. Un servicio que correspondía a la otra empresa “pero quiso cederlo a Orange Market”. “En vista del enfado de Álvaro Pérez, desde la última reunión y de la conversación con la mujer del señor Camps, algo cambió”, concluye Jordán.