Si este martes era el líder del PSOE, Luis Tudanca, el que exigía al presidente de la Junta que cesara a su vicepresidente, García-Gallardo, este miércoles es UGT quien le reclama el cese de otro de los consejeros de la extrema derecha.

La actitud de la parte del Gobierno de Vox de la Junta de Castilla y León en los plenos de las Cortes, del menosprecio y la acusación al insulto hacia la oposición, in crescendo en las últimas sesiones, ha provocado en las últimas horas la petición al presidente, Alfonso Fernández Mañueco, de dos ceses: el del vicepresidente, Juan García-Gallardo, y el del consejero de Empleo, Mariano Veganzones.

Si este martes era el líder del PSOE en la Comunidad, Luis Tudanca, quien exigía a Mañueco que rompiera el pacto de gobierno con Vox y cesara de forma fulminante a Gallardo por definir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de “líder de banda criminal”, este martes es UGT quien reclama que Mañueco se quite de encima a Mariano Veganzones, el consejero de Empleo, fan confeso de Donald Trump, obsesionado con la persecución a los comunistas, sindicatos y empresarios y al diálogo social,  que en la tarde del martes, en su intervención ante el Parlamento regional, aseguró que en Castilla y León “no faltan trabajadores, sino que faltan ganas de trabajar”.

A la indignación en las redes sociales por estas palabras, que encabezó el alcalde de Valladolid, Oscar Puente, con un irónico tuit en el que escribía “Vagos, que sois unos vagos”, se ha añadido hoy la comunicación de UGTCyL, que considera que “si el presidente Mañueco no cesa al consejero de Empleo es porque está de acuerdo con el y debería presentar su dimisión”.

UGT entiende que se trata de un lamentable insulto a los ciudadanos de Castilla y León por parte de “quien más preocupado debería estar por crear empleo en la comunidad y hacerlo con salarios dignos y condiciones laborales justas”.

Para el secretario general de UGTCyL, “es una aberración decir que en Castilla y León no faltan trabajadores cuando, cada día, los trabajadores y trabajadoras de esta tierra se ven obligados a marcharse fuera de la comunidad autónoma porque aquí no se les dan las oportunidades necesarias para llevar a cabo planes de futuro”.

“A las personas trabajadoras de Castilla y León no se les puede acusar de no querer trabajar”, continúa Faustino Temprano, “porque, si de algo son culpables, es que querer trabajos dignos, que les permitan llegar a final de mes, y no verse obligados a tener tres trabajos para cobrar 500 euros al mes”.

Según UGT, lo que Veganzones quiere son “trabajadores en condiciones precarias, con salarios bajos, trabajadores pobres”, y ha concluido que “si hay alguien sin ganas de trabajar en Castilla y León, ese es el consejero de Industria, Comercio y Empleo, que no ha convocado los programas que ya están firmados y acordados en el Diálogo Social y ha suprimido para el ejercicio 2023 todos los programas de orientación para el empleo y de formación para parados”.

Castilla y León, concluye, “no se merece a este consejero ni a un presidente de Gobierno autonómico incapaz de poner freno a este tipo de actuaciones, lo que nos lleva a pensar que el presidente Mañueco está de acuerdo y, por lo tanto, debería presentar su dimisión”.