Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y los mecanismos de los partidos están en su sprint final para buscar apoyo entre el electorado y conseguir llegar al gobierno tras el 23 de julio. Crispación, tensión y expectativas es lo que marca el ambiente político, entre mentiras vertidas desde el PP, propuestas y respuesta a las mentiras desde el PSOE y reivindicación del avance desde Sumar. En cambio, a Vox, que ha continuado en los últimos días con su estela reaccionaria contra el progreso, la lucha contra el cambio climático, la violencia de género o los ataques al colectivo LGTBI y el feminismo, los sondeos no le dibujan un buen escenario.

En este contexto, preocupa la situación de la ultraderecha en Castilla y León, donde tras las elecciones autonómicas celebradas en febrero del pasado año consiguieron entrar en la Junta de la mano del popular Alfonso Fernández Mañueco, pero que de cara a estas elecciones del 23J podría perder gran parte del apoyo. Según fuentes cercanas a Vox consultadas por ElPlural.com, hay una gran preocupación en la formación, ya que podrían perder un gran puñado de votos porque consideran que Juan García Gallardo no está a la altura, y a la vista están sus sonadas polémicas y lamentables declaraciones desde que se convirtió en vicepresidente de la Junta de Castilla y León.

Esto podría haber repercutido en el electorado y haberse desencantado de los ideales que promueve la ultraderecha, cediendo su voto al PP de Alberto Núñez Feijóo. García Gallardo, abogado de 30 años, ha hecho comentarios contra los extranjeros, los gays y el feminismo, se animó a hablar del embarazo y proponer enseñar a las mujeres que quieran abortar una ecografía 4D y que escuchen el latido fetal para posteriormente, tras ser rebatido, decir que no sabía “mucho de embarazos”, además de haber protagonizado sonados momentos de ridículo en Bruselas, como cuando salió a defender la necesidad de relajar el control de la tuberculosis bovina, ya que estos controles “ahogan” a los ganaderos de la comunidad.

El sondeo de GAD-3

En línea con las fuentes consultadas por este periódico, un sondeo de GAD-3, empresa demoscópica de Narciso Michavila, dibuja un declive de Vox considerable. La ultraderecha perdería cinco diputados en Castilla y León: los de Ávila, Segovia, Salamanca, Zamora y León. Solamente conservaría el de Valladolid.

Este pronóstico electoral dibuja el claro declive de Vox en la comunidad, que tendría un impacto directo en el Partido Popular, que aumentaría sus diputados en el Congreso por esta comunidad hasta los 18, cuando en 2019 se quedó en 13. Por su parte, el PSOE se quedaría en 12, igual que en los comicios anteriores, y Sumar no conseguiría entrar, quedándose sin escaño en Valladolid.

Más al detalle, los de Alberto Núñez Feijóo arrebatarían a los de Santiago Abacal esos cinco diputados, regresando a la senda del bipartidismo, ya que el PSOE de Pedro Sánchez se mantendría en 12, Sumar no entraría y Vox únicamente conseguiría uno en Valladolid.

Sánchez y Feijoó empatarían a diputados en Burgos y León, dos para cada uno, y en Soria, con uno cada uno, mientras que el PP ganaría dos a uno al PSOE en Palencia, Zamora, Ávila y Segovia, y golearía a la izquierda en Salamanca, provincia en la que los populares conseguirían tres escaños frente a uno del PSOE.