La cuenta atrás ya está activada. Menos de siete días para las elecciones y las encuestas ya están prohibidas a partir de este lunes. Por eso, la edición de esta semana de la madre de todas las encuestas se adelanta a este día, desvelando un complicado resultado para la probable coalición Partido Popular y Vox, ya que no alcanzarían la mayoría absoluta que les permita gobernar sin llegar a acuerdos con otras fuerzas minoritarias.

Todos los partidos están en búsqueda del apoyo popular, pero el ambiente político está cargado de crispación, tensión y expectativas. Esto se da entre bloques, sobre todo después de los bulos y ataques que han vertido desde la derecha hacia la izquierda. Los más reseñables se dieron en los debates electorales celebrados la semana pasada, donde Alberto Núñez Feijóo mintió descaradamente en materia economía, como por ejemplo con las pensiones. Mentira que ha ido repitiendo una y otra vez, pese a que se ha desmentido.

Al tiempo, el PP, en una estrategia de tapar los pactos que ha sellado con la ultraderecha, en más de 140 ayuntamientos y tres comunidades (Castilla y León, Extremadura y Comunidad Valenciana), y otras dos están pendientes de llegar a acuerdo (Murcia y Aragón), lo que trata es de movilizar al electorado para ganar las elecciones con una mayoría que le permita gobernar en solitario y no necesitar así a Vox para formar gobierno.

Por el contrario, el PSOE, que ha experimentado un repunte en su intención de voto, aspira a revalidar un gobierno comprometido con los ciudadanos, que desarrolle medidas que faciliten en día a día de los ciudadanos y mejore sus calidades de vida. Así, continuar con la senda progresista de estos cuatro años, en los que se han desarrollado medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la reforma laboral, la ley del aborto, de la eutanasia, de la vivienda o el Ingreso Mínimo Vital, entre un amplio abanico de políticas.

Por su parte, Sumar, partido liderado por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha endurecido en los últimos días su tono de campaña, entrando directamente en el cuerpo a cuerpo con Feijóo. Y Vox ha seguido su estela reaccionaria, cargando contra los colectivos, el feminismo y el progreso que ha impulsado el gobierno de coalición. Conviene destacar el enfrentamiento de Ignacio Garriga, secretario general de Vox y líder del partido en Cataluña, en un mitin este fin de semana, donde se lanzó contra los que criticaban su discurso xenófobo.

Teniendo en cuenta todo lo sucedido estos últimos días, las empresas demoscópicas han continuado recabando datos sobre qué sensaciones tienen los partidos a nivel nacional. Tras el análisis de los estudios emitidos durante este lunes, último día en el que se permiten publicar encuestas según la Ley Electoral, por el CIS, Sociométrica, Sondaxe, Data 10, Sigma Dos, DYM, IMOP, NC Report, 40db y ElPlural.com y elaborar un promedio de todos sus datos, llega una nueva edición, y la última antes de los comicios, de la madre de todas las encuestas.

Intención de voto

PP y Vox se quedan a las puertas de la mayoría absoluta

Tal y como refleja el estudio demoscópico de ElPlural.com, el Partido Popular, con Alberto Núñez Feijóo, ganaría las elecciones al cosechar 142 escaños. Sin embargo, a pesar de la holgada victoria, los populares se quedarían muy lejos de los 176 representantes que se exigen para la mayoría absoluta. De esta manera, pese a que el PP durante la campaña electoral ha afirmado en reiteradas ocasiones que su objetivo es gobernar en solitario, la formación conservadora tendrá que pactar sí o sí con la ultraderecha si quiere llegar a La Moncloa.

Una extrema derecha que, por su parte, únicamente anotaría 33 escaños. De esta forma, se confirma que Vox ha entrado en una fase de recesión. Aun así, la suma de PP y Vox llegaría hasta los 175 representantes, con lo que se quedarían a las puertas de la mayoría absoluta. Una barrera que podrían alcanzar sumando los apoyos de una tercera formación -aunque la mayoría de partidos que conforman el arco parlamentario español ya han adelantado que nunca apoyarán un gobierno en el que esté la extrema derecha-, como es el caso de UPN o Teruel Existe.

Por otra parte, en lo que respecta al bloque de la izquierda, el PSOE, después de protagonizar una notoria remontada en las últimas semanas, cosecharía 109 representantes. De esta manera, los socialistas se dejarían 11 escaños en comparación con la cita electoral del 10 de noviembre de 2019.

Por su parte, Sumar, el partido que lidera la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, irrumpiría en el tablero de la política española con 34 escaños, lo que le permitiría ser la tercera formación más votada. Sin embargo, la suma de PSOE y Sumar únicamente llegaría hasta los 143 representantes, quedándose muy lejos de los ansiados 176.

Por último, este sondeo demoscópico vuelve a demostrar una doble lectura; en primer lugar, que pase lo que pase el 23 de julio, el bipartidismo se verá reforzado tras los comicios, puesto que entre PP y PSOE se repartirían 251 escaños de los 350 que están en juego. Y, en segundo lugar, el papel decisivo que tendrán formaciones regionalistas, nacionalistas e independentistas -que se repartirán los 32 escaños restantes- no solo para la investidura del futuro presidente, sino para sacar adelante cualquier medida.