La demoscopia no para y es que este lunes es el último día para publicar encuestas, de ahí que todas las empresas y medios de comunicación se apresuren a publicar la última toma de temperatura -legal- antes del 23 de julio. A ellos se suma el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que tras lanzar el barómetro del mes de julio el pasado jueves, lanza ahora su estimación flash y que deja al Partido Socialista como vencedor de los comicios. Los de Pedro Sánchez aventajan al Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo por 1,4 puntos, desmarcándose así de los bosquejos del resto de las ofertas y que sitúan a la derecha a un suspiro de la mayoría absoluta. De hecho, en este caso, la izquierda obtendría un 47,1% de los votos, con Sumar por delante de los de Santiago Abascal con una ventaja de tres puntos.

No hay encuesta en toda la oferta demoscópica que pronostique una victoria electoral del PSOE, a excepción del CIS. El instituto que dirige José Félix Tezanos se ha desmarcado una vez más de sus compañeros, no solo al arrebatar a la derecha la mayoría absoluta, o al menos la posibilidad de formar Gobierno auspiciado por otras fuerzas conservadoras, sino que también augura el triunfo de los de Pedro Sánchez en las urnas. Los socialistas se disparan con respecto al resto de sondeos, situándose en los 32,2 puntos en términos de estimación de voto. Un resultado que ensancha las diferencias con sus perseguidores, quienes tan solo han visto un barómetro favorable, el que publicó el centro el pasado 6 de julio y que le situó dos décimas por encima de la candidatura que encabeza el presidente del Gobierno.

Según la encuesta flash, tanto el Partido Socialista como el Partido Popular registran un crecimiento que, en el caso de los conservadores, no le basta para desbancar a sus adversarios. Los de Sánchez crecen un total de 1,2 puntos con respecto al barómetro del mes de julio, el mismo porcentaje que recibe la formación que dirige Alberto Núñez Feijóo. El resultado de los conservadores, que se encuentra en la horquilla -aproximadamente- de lo que manejan otras empresas encuestadoras, no es suficiente para evitar un nuevo gobierno de coalición de la izquierda.

El frenazo en la derecha no se explica tanto por el hacer de los conservadores, sino por la caída en barrena en la que está sumida la ultraderecha, que no recuperaría terreno con la plataforma de Yolanda Díaz, quien se mantiene como tercera fuerza más votada. Sumar, a diferencia del barómetro del mes de julio, baja sus prestaciones por debajo de la frontera del 15%. El descenso de la formación fucsia se detiene en los 0,6 puntos porcentuales, fijando su tope en el 14,9%. En cualquier caso, a pesar del ligero retroceso de los de Díaz, la ultraderecha se hunde al fondo de la clasificación de los cuatro grandes partidos, aunque se apunta un 0,1% más que en el sondeo anterior. Los de Santiago Abascal se detendrían en los 11,8 puntos porcentuales, muy lejos de los 13 que le auguran el resto de encuestas.

Victoria para la izquierda

El crecimiento del Partido Socialista, a pesar del ligero retroceso de la formación que encabeza la vicepresidenta segunda del Gobierno, provoca que el bloque de izquierdas coqueteé con la frontera del 50% de los votos. Entre PSOE y Sumar aglutinan a un 47,1% de los electores, frente a un 42,6 del sumatorio entre Partido Popular y Vox. De este modo, según Tezanos, Sánchez replicaría la fórmula de la coalición, aunque esta vez cambiaría el morado por el fucsia, transmitiendo algo más de tranquilidad a los socialistas.

A estos números habría que añadirle el resto de formaciones de perfil más regionalista o independentista. En el ámbito catalán, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se impondría con mayor solvencia que le conceden en el resto de ofertas. La candidatura independentista aglutinaría al 2,1% de los sufragios, frente al 1,1 que obtendría la fuerza de Carles Puigdemont, Junts. Los postconvergentes ceden una parte del terreno conquistado en la pugna del soberanismo, quedándose a 0,7 puntos de los republicanos.

Por su parte, la población vasca se dividiría entre las opciones del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y EH Bildu. Los abertzales, que parten con una gran cuota de favoritismo, empatarían con los jeltzales. Ambas fuerzas independentistas se frenarían en los 1,1 puntos porcentuales. Tras ellos, emergen formaciones como el Bloque Nacionalista Galego (BNG) o la CUP, ya por debajo del 1%, pero con notables opciones de sentarse en la Cámara Baja.