Hace menos de un mes, este medio publicaba que casi 30 residencias de mayores en la Comunidad Valenciana llevaban años sin licitación, lo que dejaba a los usuarios en una situación de total desamparo.

Pues bien, parece que Carlos Mazón en su salida ha decido parchear la situación autorizando en el pleno del Consell de esta semana once residencias y centros de día, concretamente Port de Sagunt, Moncada, Ademuz, Alcudia de Crespins, Puzol, Palacio de Raga, Elche, El Pinar, Virgen de Gracia, Benidorm y Massamagrell.

Sin embargo, advierten desde ReCoVa, Asociación Residencias Dignas de la Comunitat Valenciana, la medida es insuficiente, pues aún faltan 9 residencias y 3 centros de día por licitar: Gran Vía, Segorbe, Benaguacil, Buñol, Chelva, Chiva, Manises, Torrente, Tuéjar, Elda, Ibi y La Alcudia. "No estamos contentos", reconoce su presidenta Ester Pascual, que recuerda toda la gente que ha estado privada en este tiempo de cuidados dignos, llegando a "preferir fallecer antes que vivir en esas condiciones de maltrato institucional". "Han pasado frío, han comido mal, no han recibido la atención sanitaria a la que tenían derecho y así un largo etcétera", lamenta.

Ellos han sido las principales víctimas, pero también los trabajadores han sufrido "un estrés enorme y una sobrecarga que no cumple la normativa laboral en materia de salud", enfatizan desde la entidad, al tiempo que añaden la pérdida considerable de poder adquisitivo que han experimentado por la falta de actualización de los salarios. 

El Ejecutivo del Mazón, hoy en funciones, nunca ha apostado por solventar estos problemas, como prueba el hecho de que, tras la denuncia pública efectuada por esta entidad sobre que había residentes en el centro de Elche sin bañar durante más de una semana por falta de auxiliares, se decidiera, no aumentar el personal, sino obligar al existente a cubrir la deficiencia.

"Nos entristece y repugna que políticos del PP y Vox pretendan ponerse medallas por haber autorizado estos dos nuevos lotes de licitaciones. Los mayores no son su prioridad. Llevan dos años y medio en el gobierno y lo único que han hecho es retroceder los derechos de este colectivo", denuncia Pascual.

Desde ReCoVa subrayan también que este Gobierno regional, en cuanto llegó al poder, redujo el número de auxiliares por cada 100 auxiliares, que pasó de 45 a 32, otro dato que prueba que "hay poco que celebrar, porque el Gobierno de este Mazón en funciones sigue pisando a los mayores".

Residencias privadas sin control

Por otro lado, desde esta asociación acusan al Ejecutivo autonómico y a la subdirectora General de Inspección de no vigilar, ni obligar a las residencias privadas a cumplir con las ratios y elevar a 32 el número de auxiliares. "Desde ReCoVa estamos hartos de indicar a los equipos directivos de las residencias privadas que deben aumentar este personal, pero hacen caso omiso porque los servicios de Inspección no controlan nada", reconocen. 

"Este Gobierno cree que el papel lo aguanta todo y justifican lo injustificable cuando hay denuncias, blanqueando la mala praxis de las residencias privadas que buscan el lucro a costa de los mayores", afirma la presidenta de la agrupación, que rememora que "hemos tenido incidencias graves de maltrato por parte de auxiliares en la residencia Colisee El Saler de Valencia, donde se ha recriminado y gritado a los usuarios mientras se les cambiaba o aseaba". "La residencia lo niega y todo sigue igual", defiende Ester Pascual, que pone más ejemplos, como el de la Residencia Palacio de Raga, en la que la falta de personal ha provocado que aumenten las infecciones de orina, las caídas,los errores de medicación y los problemas de higiene bucal. Los usuarios tienen menos ayuda para comer e hidratarse y menor supervisión en las salas, a lo que se suman otros problemas como goteras en los armarios y mala organización de la ropa. 

Sobre la Fundación Hermanas Hospitalarias de Valencia, ReCoVa pone el foco en que no se respetan las ratios de auxiliares y enfermeras, especialmente en período estival, y en que no se cumple con los servicios de estimulación física y cognitiva, que, o bien no se realizan, o no llegan a los usuarios que se levantan en último lugar. La alimentación también deja mucho que desear, exponen, pues "hay días a la semana en los que se les da un sándwich mixto y patatas chip de bolsa". Deficiencias todas ellas a las que hay que añadir que sigue sin constituirse en esta residencia la Asamblea de Familias y el Consejo de Centro, lo que supone un "incumpliendo grave de la normativa", concluyen.   

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