Un Ayuntamiento de Valencia ha renombrado al expresidente de la Generalitat Carlos Mazón como persona no grata por su papel en la gestión de la DANA. Asimismo, su vicepresidenta y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, tampoco se ha librado de ser calificada con ese término.
Personas no gratas, ese es el nuevo título que el Ayuntamiento de Canet d' en Berenguer (Valencia) les ha otorgado a Mazón y a su vicepresidenta Camarero. La declaración del término ha sido apoyada por Compromís –la formación detrás de la propuesta--, el PSPV, Izquierda Unida y Vecinos de la Playa. Además, han aprovechado para mostrar su manifiesto en contra del Partido Popular y Vox.
A parte de mostrar su descontento, han solicitado la convocatoria de nuevas elecciones y han anunciado que pretendían lanzar también la propuesta que exigía la dimisión de Mazón, pero este se anticipó a los acontecimientos debido a la presión de los familiares de las víctimas que le obligaron a abandonar el cargo.
En resumen, la declaración se trata de una "muestra de reprobación” por la actuación del expresidente y por “la carencia de sensibilidad demostrada ante las víctimas y sus familias". Dicha propuesta ha contado con nueve votos a favor y tres en contra.
Al cabo de todo, el pleno ha querido pedirle a la Generalitat "la máxima transparencia en la investigación de los hechos, y a revisar los protocolos de actuación y coordinación ante emergencias climatológicas graves, con el objetivo de mejorar la protección y la seguridad de la ciudadanía".
La reunión del PP y Vox
El Partido Popular se ha reunido este viernes con Vox para abordar la sustitución del nuevo presidente de la Generalitat tras la dimisión de Carlos Mazón. Dicha reunión se ha organizado a espaldas de Génova, según ha podido conocer ElPlural.com de fuentes del PP nacional. Aun así, las fuentes han avisado que “Génova estará atenta”.
No es insignificante esta respuesta por parte del partido en Madrid, ya que el pacto de investidura de Carlos Mazón para ser presidente se firmó y anunció sin el conocimiento, y mucho menos consentimiento, de Alberto Núñez Feijóo, lo que les costó carísimo a los populares que ya se veían en la Moncloa. Ese acuerdo fue una pieza más que ayudó en la derrota de Feijóo en las generales, y obligó a María Guardiola a llegar a un acuerdo con el partido de extrema derecha en Extremadura.
Las mismas fuentes también han asegurado que la reunión para conseguir el pacto para sustituir a Mazón por su número 2, Juanfran Pérez Llorca, “nace con acuerdos ya tomados” entre el PPCV y la formación de extrema derecha liderada por Santiago Abascal. Un Pérez Llorca al que los populares consultados definen como una persona en manos de Mazón que no hace nada que el expresidente no le diga.
La presión que está ejerciendo la ultraderecha, ya que tiene en su mano al PP sin mayoría, evidencia que el nuevo presidente de la Comunidad Valenciana será elegido desde la calle Bambú, donde se encuentra la sede de Vox. Y que las condiciones para la investidura pintan ser bastante complicadas para los populares, pues explican las fuentes que podrían pedir la lectura institucional de un escrito con sus peticiones. Peticiones como el no rotundo al pacto verde o a recibir ningún inmigrante.
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