El 31 de octubre del pasado año el Departamento de Interior de Carles Puigdemont trasladó una petición al Ministerio de Interior para adquirir nueve tipos de armas, explicaba el diario 'ABC'.

Del total, cinco habrían hecho saltar las alarmas en el Ministerio de Defensa, provocando que la actividad acabara siendo frenada por el Ministerio debido al “elevado número de unidades, extremadamente superiores a los pedidos lógicos que se habían realizado en años precedentes”.

Se calcula que el pedido consistía en: 300 subfusiles calibre 9x19mm, 400 fusiles 5,56x45mm, 50 rifles de precisión 338 Lapua MAG, 50 rifles de precisión Whisper y 50 fusiles 7,62x51mm.

La munición también entraba en el trato

Con ello, en el listado de Carles Puigdemont también se incluían otra serie de peticiones. Por ejemplo, se requirió una munición en cantidades “pocas veces vistas en un pedido de los Mossos d’Esquadra o la Ertzaintza”, sigue mencionando 'ABC'.

Esto incluía cinco millones de cartuchos para el subfusil 9x19mm, 400.000 cartuchos para el 5,56x45mm, 20.000 cartuchos para el 338 Lapua MAG, otros 20.000 para el 300 Whisper y 20.000 para el 7,62x51mm.

El Ministerio pidió explicaciones

Tras una primera valoración de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), que recibió el listado de armas el 25 de noviembre de 2016, el Ministerio de Defensa comunicó al Departamento de Interior catalán su justificación para dicha compra, aunque según aseguran las fuentes que hablaron con 'ABC', “a ese requerimiento, nunca se tuvo respuesta”.

Esto nos deja con que el armamento destinado a los Mossos d’Esquadra, con casi 17.000 agentes en sus plantillas, nunca llegó a su cauce.