En la pequeña localidad belga de Waterloo, sede del ostentoso “Palau de la República Catalana” donde se aloja el fugado ex-presidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont, y por extensión también en el mismo Palau de la Generalitat de la barcelonesa plaza de Sant Jaume donde ejerce su vicario accidental, Quim Torra, se han disparado todas las alarmas.

El motivo es muy simple: la publicación, en El Periódico de Catalunya, del último barómetro elaborado por la empresa demoscópica catalana Grup d’Estudis d’Opinió (GESOP), dirigida por la experta Àngels Pont, que no solo vaticina una victoria holgada de ERC en unas próximas elecciones autonómicas catalanas, sino que sitúa a JxCat en una más que incómoda y humillante tercera posición, con igualdad de escaños con un crecido PSC pero con menor porcentaje de votos.

Estos son unos resultados electorales que darían a ERC la posibilidad de repetir la hasta ahora muy inestable y deficiente mayoría absoluta parlamentaria independentista con JxCat -en esta ocasión con una clara supremacía de ERC-, con el imprescindible y siempre volátil apoyo de las CUP -sumarían entre 73 y 75 diputados-, pero que también permitirían a ERC la articulación de una mayoría alternativa progresista y de izquierdas, con un crecido PSC, con el apoyo de Catalunya En Comú (ECP), la confluencia de Podemos en Cataluña, que sumaría entre 73 y 76 escaños. Dos mayorías posibles para ERC, con dos hojas de ruta muy dispares. Es el sueño húmedo de Oriol Junqueras y los suyos. Es el pánico entre los seguidores de Carles Puigdemont y Quim Torra.

Los datos de este sondeo de GESOP, una empresa demoscópica que casi siempre suele acertar en sus previsiones electorales, han disparado todas las alarmas en JxCat. Existen motivos más que sobrados para ello. Según GESOP, ERC ganaría con holgura en unas próximas elecciones al Parlamento catalán, con el 25,2% de los votos y 40 o 41 diputados sobre un total de 135, seguida a distancia por el PSC con el 16,8% y entre25 y 26 escaños, los mismos que lograría JxCat con solo el 12,9% de los sufragios.

Si se añade a esto que Ciudadanos se situaría en cuarta posición, solo con el 12,9% de los votos y con entre 17 y 18 diputados, con ECP en quinto lugar con el 7,7% de los votos y con entre 8 y 9 escaños, el mapa parlamentario catalán quedaría completado con los tres últimos partidos que obtendrían representación con los siguientes porcentajes y escaños: las CUP con el 6,1% y 8 diputados, el PP, con el 6,3% y entre 7 y 8, y en último lugar Vox, que se estrenaría en el Parlamento catalán con 4 escaños gracias al 3,8% de los votos.

El descalabro electoral de JxCat que GESOP pronostica puede ser todavía mayor si, como apuntan todos los pronósticos, concurren a las próximas elecciones catalanas nuevas formaciones nacionalistas moderadas, como Junts per Avançar, el recién nacido Partit Nacionalista de Catalunya o Lliures, juntas o incluso cada una de ellas por su cuenta y riesgo. Porque todos estos grupos se disputan lo que sin duda alguna queda todavía del espacio central del nacionalismo catalán ocupado durante tantas décadas por CiU o CDC, y que el PDECat actual, asumido y abducido por JxCat, es incapaz ya de representar.

Que ERC arrebate a JxCat la supremacía del independentismo tiene su lógica. Entre otras razones, por la progresiva decantación del histórico partido que ahora lidera el preso Oriol Junqueras hacia una posición más negociadora, cada vez más alejada del unilateralismo aventurista al que tanto Carles Puigdemont como Quim Torra han conducido a JxCat.

Los datos de esta encuesta de GESOP constatan, por una parte, un aumento notable del voto de ERC, con un incremento porcentual del 3,9% y con entre 8 y 9 diputados más, pero el partido que experimenta un crecimiento mayor es el PSC de Miquel Iceta, que pasa del 13,8% al 18,0% -4,2% más- y de sus 17 escaños actuales a 25 o 26. Más allá del significativo descenso que sufre JxCat -del 21,6% pasa al 16,8%, con la pérdida por tanto del 4,8, pasando de 34 a solo 25 o 26 diputados, también es particularmente significativo, y sobre todo muy revelador, que Ciudadanos pierda la primera posición alcanzada en los anteriores comicios autonómicos, pasando de sus actuales 36 escaños a solo 17 o 18, a causa de su descenso del 25,3% a poco más de la mitad de los votos, solo el 12,9%. ECP mantiene sus posiciones, el PP las mejora solo muy poco y se queda a la par que las CUP, mientras Vox se revela como la novedad en el mapa político catalán, pero con una mínima incidencia, con el 3,8% de los votos y 4 escaños.

Lo que sigue manteniéndose inalterable es la foto fija del independentismo. Subsiste, según este sondeo, la mayoría absoluta parlamentaria secesionista, pero sigue sin llegar a la mayoría absoluta social, puesto que la suma de los votos de ERC, JxCat y CUP es solo del 48,1%. El apoyo ciudadano a las opciones separatistas se mantiene estable pero con un revelador cambio de su fuerza hegemónica. El unilateralismo pierde fuelle. También lo pierden las derechas anticatalanistas. Y crece el voto al catalanismo con voluntad de diálogo, negociación y pacto.