Desconozco si algún historiador no catalán medianamente documentado y con solvencia académica contrastada se ha tomado la molestia de leer y tomar en consideración las insólitas y sorprendentes invenciones del autodenominado “Institut Nova Història” (INH), una entidad privada dirigida por el filólogo Jordi Bilbeny y que cuenta entre sus colaboradores más conocidos a Albert Codinas, Jordi Alsina, Francesc Batlle, Josep Mayolas, Pilar Montoliu y Josep M. Orteu. Por el momento solo unos pocos historiadores catalanes de reconocido prestigio académico se han atrevido a enfrentarse a algunas de sus invenciones más descabelladas. Lo han hecho de forma contundente los autores del libro “Pseudohistòria contra Catalunya. De l’espanyolisme a la Nova Història”, publicado recientemente por Eumo Editorial; con anterioridad lo habían hecho ya, también con gran rigor, otros reconocidos historiadores catalanes, comenzando por Joan B.Culla, Agustí Alcoberro, Àngel Casals, Xavier Deuloder o José Enrique Ruiz-Domènec, entre otros.

Porque resulta que el INH sostiene, entre otras muchísimas barbaridades, que “Don Quijote” no fue escrito en castellano sino en catalán, que su autor no fue Miguel de Cervantes sino el alicantino Joan Miquel Sirvent, y que fue también Sirvent quien escribió, obviamente en catalán, la obra entera de Wilhiam Shakespeare… El INH sostiene asimismo que otro gran clásico de la literatura en lengua castellana, “La Celestina”, ya que mantienen que su autor, Fernando de Rojas, fue catalán y escribió su obra en catalán… También “El Lazarillo de Tormes” fue escrito originariamente en catalán, según estas tesis. Pero el INH va mucho más allá y, aparentemente al menos sin ningún rubor, se atreve a sostener también que Cristóbal Colón en realidad fue un catalán llamado Joan Colom i Bertran, aunque poco les importe que dicho personaje falleció antes de la llegada de Colón a América, es decir antes de 1492…

Una figura tan legendaria, y tan poco historiada como a suvez tan mitificada por la historiografía españolista,  como sigue siendo Rodrigo Díaz de Vivar, esto es el Cid Campeador, también resulta ser un catalán para el INH. Catalanes fueron también los hermanos Pinzón, y Gonzalo Fernández de Córdoba, esto es el Gran Capitán. Según esta “Nueva Historia” defendida por el INH catalanes fueron asimismo Lope de Vega, Juan de Valdés, fray Bartolomé de las Casas y Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Garcilaso de la Vega, Ignacio de Loyola, Teresa de Ávila, Francisco de Quevedo, Diego de Almagro, Juan del Encina, Juan de la Cosa, Diego Velázquez, sor Juana Inés de la Cruz…

Los desatinos que el INH ha publicado desde su creación en 2007 atribuyen también la condición de catalán a muchos otros personajes de la historia universal, además de los ya mencionados hasta ahora. Y no se trata solo de famosos personajes históricos castellanos o españoles “catalanizados” como si se fuese por arte de magia, sino que, además del ya antes citado Shakespeare/Cervantes trasmutado en el alicantino Miquel Sirvent, el INH reivindica asimismo la condición de catalanes de Erasmo de Rotterdam, Hieronymus van Aken “el Bosco”, Doménikos Theotokópulos “el Greco”, Fernâo de Magalhaes, Amérigo Vespuccio, Leonardo da Vinci, Francis Drake, incluso el papa Pablo V…

Evidentemente, nadie en el mundo de la historiografía con un mínimo de rigor académico se ha tomado nunca en serio estos despropósitos. Pero en Cataluña el INH cuenta con importantes apoyos institucionales y comunicacionales. Esta entidad fundada por Jordi Bilbeny en 2007 ha recibido importantes ayudas y subvenciones públicas, en concreto de la Generalitat, la Diputación de Girona y algunos ayuntamientos, como los de Montblanc y Arenys de Mar. Subvenciones y ayudas oficiales, así como reconocimientos públicos como el que ERC otorgó en 2013 al INH con su premio Lluís Companys. O con los elogios que muchos y muy destacados dirigentes separatistas han hecho en público al mismo INH: Josep-Lluís Carod-Rovira, Anna Simó, Josep Rull, Jordi Puigneró, Antonio Baños, Héctor López Bofill, Josep M. Terricabras… También lo han hecho otros secesionistas notorios: Salvador Cardús, Enric Vila, Patrícia Gabancho, Manuel Cuyàs… Numerosos medios de comunicación, la mayoría independentistas pero no solo independentistas -entre otros, “El Punt Avui” y “Vilaweb”, pero también “La Vanguardia”- han difundido de manera acrítica y casi propagandística estas tesis no solo pseudohistóricas sino, pura y simplemente, sin ninguna base ni rigor.

Más allá incluso de todo esto, adquiere particular relevancia y gravedad que unos medios de comunicación públicos como TV3 y Catalunya Ràdio lleven ya mucho tiempo convertidos también en altavoces de esta “Nueva Historia”, que en realidad es “Falsa Historia” (o “Fake”, como ahora se estila). TV3 ha emitido ya supuestos documentales como “L’apropiació del descobriment d’Amèrica: una conspiració d’Estat?”, “L’enigma Cervantes”, “Desmuntant Leonardo” o “Alexandre Deulofeu, l’historiador del futur”. Todo ello sin contar la presencia frecuente de personajes vinculados al INH en todo tipo de programas de las emisoras de radio y televisión dependientes de la Generalitat.

“Pseudohistòria contra Catalunya. De l’espanyolisme a la Nova Història” es el resultado de una labor de investigación historiográfica que han llevado a cabo dos doctores en Historia y profesores universitarios, Vicent Baydal y Cristian Palomo, con la colaboración de otros académicos como Xevi Camprubí, Stefano M. Cingolari, Guillem Fornés, César Sánchez, Lluís Ferran Toledano y Albert Velasco. Sus autores no solo desmontan todas y cada una de las falsedades e invenciones sostenidas por el INH. También desmontan las mentiras que sobre la historia de Cataluña han venido publicando, entre tantos otros, autores de tan escaso rigor histórico como Federico Jiménez Losantos, César Vidal, Pío Moa e incluso, aunque se trate de un caso poco menos que anecdótico, Elvira Roca Barea