El presidente y la vicepresidenta del Gobierno, Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, al inicio del debate sobre el estado de la nación que arranca hoy en el Congreso con la recuperación económica y el plan soberanista de Cataluña como temas centrales. EFE



Mariano Rajoy ha afirmado que el referéndum en Cataluña “no se puede celebrar” porque “no es legal”, y que su obligación es “cumplir la ley y hacerla cumplir”. Sin embargo, ha añadido que la Constitución “puede ser reformada”, siempre que sea por los cauces establecidos legalmente. El presidente del Gobierno ha dedicado la última parte de su discurso del Debate sobre el Estado de la Nación a abordar este asunto.

"Recuerdo que la Constitución puede ser reformada"
"España es un Estado de Derecho, y lo que nos gobierna a todos es la ley. A este Gobierno le preocupa la suerte de todos los que viven en Cataluña y que se arriesgue su futuro. Los españoles no hemos conocido otra condición que la unidad. Ni queremos ni nos conviene quebrarla. Recuerdo que la Constitución puede ser reformada, pero esto es un Estado de derecho. Y lo debemos defender, como la ley", ha afirmado Rajoy.

El jefe del Gobierno ha recordado que la Constitución se ha reformado "en dos ocasiones, tras el debate y el acuerdo de una amplísima mayoría parlamentaria" y ha añadido que "todos cuantos pretendan su modificación pueden plantearla, pero siguiendo los pasos del Estado de Derecho".

“El referéndum no se puede celebrar”
El presidente ha insistido en que "estamos sometidos a la Constitución y a las leyes”, y según esas leyes, “el conjunto del pueblo es el que tiene la capacidad de decidir lo que sea España, por tanto, nadie unilateralmente puede privar al conjunto del pueblo español de su derecho a decidir sobre su futuro. Ni el Gobierno que presido, ni ningún otro poder del Estado y ni siquiera esta Cámara. Ese referéndum no se puede celebrar, no es legal. Mi obligación como presidente del Gobierno es cumplir la ley y hacerla cumplir".

Dice que siempre ha defendido el diálogo
El presidente ha asegurado que siempre ha defendido "el diálogo" respecto a Cataluña, aunque muchos le reprochen precisamente lo contrario, y ha advertido que "no se asegura el futuro de los catalanes ni su bienestar ni su convivencia derribando la ley, corriendo aventuras, sembrando incertidumbres ni maquillando la gravedad de las consecuencias".