El pasado 20 de septiembre, en mitad de los registros realizados por parte de la Guardia Civil en diversos organismos públicos de la Generalitat, el Fútbol Club Barcelona emitía un comunicado expresando su “compromiso histórico con la defensa del país, la democracia, la libertad de expresión y el derecho a decidir”. No era la primera ocasión en la que pese a la pluralidad de su masa social, el Barça (a través de su cuestionada directiva) se ponía a disposición del ‘procès`.

De hecho, el pasado mes de mayo, el club blaugrana fue una de las primeras entidades que pidió de forma oficial la celebración de un referéndum para la independencia de Cataluña. Todo ello en consonancia con las asociaciones proindependentistas que campan a sus anchas por las gradas del Camp Nou. 

Ficción frente a realidad
El Barça sigue forjando así, a golpe de titulares, su particular leyenda. Esa que presenta a la entidad como ‘más que un club’ que en su día se convirtió en uno de los principales actores antifranquistas del Estado y que siempre lucha por la democracia. 

Nada más lejos de la realidad. Y es que los comunicados del club en defensa de la “democracia” no sólo contrastan con el pasado de la entidad, sino también con el poco interés que la actual junta directiva muestra en aclarar la connivencia del Barça con el franquismo.

Relaciones más que fluidas
“Hemos estado mirando en la historia del club y no aparece en ninguna acta la concesión de esta medalla a Franco”. Con esta frase despachó el presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep Maria Bartomeu, hace menos de un año, en noviembre de 2016, las estrechas relaciones que el club mantenía en su día con Francisco Franco y que se evidenciaron con la concesión de hasta tres condecoraciones del club hacía al dictador. 

Porque, tal y como explicó ELPLURAL.COM, y al margen de cuestiones ya demostradas -como que el Régimen ayudó al Barcelona en el fichaje de Ladislao Kubala desde Hungría para convertirlo en ejemplo de la lucha anticomunista y símbolo propagandista de ‘la nueva España-’, las relaciones extrafutbolísticas entre el Barcelona y la dictadura fueron más que fluidas.

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La visita de 1974. El 27 de febrero de 1974, en el palacio del Pardo, Agustí Montal cumplimenta a Francisco Franco, escoltado por el presidente de la Federación Española, Pablo Porta, y el delegado nacional de Deportes, Juan Gich (SIN AUTOR)

La ayuda de Franco al club
Tanto es así que el Régimen llegó a evitar en varias ocasiones la quiebra el Fútbol Club Barcelona. En 1962 el franquismo aceptó la recalificación de los terrenos de Les Corts, con los que el Barcelona pudo hacer frente a la deuda que acumulaba a raíz de la construcción del ostentoso Camp Nou (que fue presupuestado inicialmente en 67 millones de pesetas pero que acabó alcanzando un coste de 230 millones). 

Nueve años después, la dictadura volvió a evitar la bancarrota del club gracias a que el Consejo Nacional de Deportes acordó conceder a fondo perdido 43 millones de pesetas al Barcelona para construir el Palau Blaugrana y el Palacio de Hielo.

Medallas al dictador
Favores que el club agradeció al dictador.  Porque aunque a Bartomeu no le conste (al menos eso dijo el en la Asamblea de Compromisarios del club), el Barcelona condecoró tres veces a Franco. Así lo demuestra la hemeroteca y las imágenes que se han podido conservar de las dos visitas que la directiva de Agustí Montal Costa realizó al palacio del Pardo. 

En concreto, en 1951 Franco recibió la insignia de oro y brillantes del club. En 1971 la medalla de oro del Palau Blaugrana. Y en 1974, la medalla de oro del 75 aniversario. Y además, tal y como desveló en 2016 el periódico ‘La Vanguardia’, en las dependencias del club también había una placa de los ‘caídos por Dios y por España’ y un busto del dictador.

Fue en 1993 cuando la Plataforma d´Amics de Josep Suñol y el semanario 'El Triangle', exigieron por primera vez al club que retirase los honores al dictador. Han pasado casi 25 años desde entonces sin que el club haya tomado cartas en el asunto. Pese a los comunicados del Barça a favor de la democracia.