“Desde Córcega –sede de Convergència Democrática- nos dicen que hemos de romper el acuerdo de gobierno con vosotros”. Este es el mensaje que ha enviado Salvador Esteve, presidente de la Diputación de Barcelona, al Grupo Popular. Después de año y medio de colaboración en el gobierno provincial, los nacionalistas quieren escenificar con esta ruptura el alejamiento de posiciones con el PP dirigido en la Diputación barcelonesa por el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol.

El acuerdo tiene las horas contadas. O los días. De hecho, ambas partes ya dan por descontado su final pero todavía se desconoce cuando los nacionalistas pondrán el punto y final. Este jueves podría ser el día elegido porque se celebra el pleno ordinario de la institución. Sin embargo, algunas fuentes apuntan que podría aplazarse la ruptura porque “a CiU no le interesa romper en el mismo momento que el presidente de la Generalitat está reunido con el Rey en la Zarzuela”.

Gobernar en minoría
Con esta incógnita, CiU está dispuesta a asumir en solitario el gobierno de la Diputación aunque está explorando otras posibilidades. Si no fuera posible el gobierno en minoría, los nacionalistas han lanzado globos sonda a ERC e Iniciativa per Cataluña para establecer nueva mayoría. Este acuerdo tripartito no es extraño en la política catalana. De hecho, el líder republicano, Oriol Junqueras, es alcalde de Sant Vicenç dels Horts gracias a un acuerdo tripartito de estas características. Fuentes conocedoras de los contactos, apuntan que IC no está por la labor y mantiene muchas reticencias.

Los nacionalistas también han contactado de forma informal con el PSC. El primer secretario, Pere Navarro, todavía es diputado provincial, cargo al que renunciará mañana en el pleno. Los socialistas han contestado a los requerimientos del entorno de Salvador Esteve que no verían con malos ojos un acuerdo a cuatro: PSC, CiU, ERC i IC. Los socialistas además ponen una condición para el acuerdo: abrir conversaciones sobre tres ayuntamientos. Dos gobernados por el PP; Castelldefels y Badalona, y uno por CiU, Reus. En estos tres consistorios las fuerzas conservadoras se apoyan mutuamente y el PSC quiere plantear nuevas mayorías.

Moción de censura
La inminencia de la ruptura del pacto entre CiU y PP ha abierto la Caja de Pandora y los socialistas no descartan presentar una moción de censura. Algunas fuentes afirman que el PSC está valorando seriamente su presentación aunque es prudente en sus expectativas porque para que tuviera éxito deberían contar con el apoyo en la votación de PP e IC. Que prospere esta iniciativa es difícil pero no imposible. La moción debería ser presentada únicamente por el PSC y apoyada por ecosocialistas y populares que no entrarían en el gobierno. “Es la única posibilidad de acuerdo. Ni populares ni IC votarían una moción que contemplara la firma de uno de ellos. Además, su voto estaría condicionado a que el PSC gobernara en minoría”, razonan personas que conocen los entresijos de la Diputación barcelonesa.  Las mismas fuentes no cierran la puerta a que la moción sea una realidad. CiU lo sabe. Su aspiración es gobernar en solitario pero ante este peligro, que la haría perder una importante plaza de poder institucional,  ha acelerado sus contactos con ERC i IC. La caja de los truenos está abierta. La incertidumbre de la política catalana se ha instalado en un abrir y cerrar de ojos en la Diputación de Barcelona.