Las cifras son tozudas. Un año más tarde, y a pesar de que la pandemia remite y va dejando respirar a los servicios sanitarios, el número de personas que esperan en Castilla y León para someterse a una intervención quirúrgica es mayor que a finales de 2020. Quienes aguardan para el quirófano en la Comunidad eran ya 48.981 al cerrar 2021, es decir, 301 pacientes más que al cerrar el año más duro de la COVID.

"Se ha frenado la curva", asegura la Junta de Castilla y León en su balance del primer trimestre, pero el caso es que sigue creciendo. Si bien se aligeran suavemente los tiempos, las listas son cada vez mayores.

Por especialidades, las que más pacientes acumulan en el primer trimestre del año son traumatología, con 15.062, oftalmología, con 10.398, y cirugía general y digestivo, con 10.210. En consultas externas, 69 días de media de espera. Desciende, sí, pero sin embargo, aumenta también el número de pacientes: 8.688, hasta un total de 239.726.

65.823 personas esperan una prueba diagnóstica al término del primer trimestre del año, 2.401 más que en diciembre; 11.895 de ellos, en lista para un TAC, algo que desde el Defensor del Paciente se califica de "escandaloso".

Santiago Díez, abogado de esta asociación de víctimas de negligencias sanitarias, habla de una "cascada de esperas", y explica que "se entra en lista de espera para la prueba, a la que sigue la lista de espera para el especialista, la lista de espera para el quirófano... es decir, una lista de espera de listas de espera de la que sólo se sale de dos maneras: hay gente que decide no esperar, porque se está poniendo en riesgo su vida y se interviene en la sanidad privada para reclamar luego a la pública, dando el paso para litigar, y luego están los que esperan, y en muchos casos, fallecen".

Sexta comunidad en espera quirúrgica, días de demora y denuncias por negligencias sanitarias

Según la Memoria 2021 del Defensor del Paciente, Castilla y León se encontraba en el sexto lugar en el conjunto del país, a pesar de su menor población, en el ranking de listas de espera quirúrgicas, por detrás de Cataluña, Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia, y la sexta también en el  número de días de demora, por detrás de Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña, Andalucía y Extremadura.

Curiosamente, también es la sexta comunidad más denunciada con 702 casos, de los cuales 39 resultaron en muertes. Los asuntos han aumentado el pasado año un total de 190 lo que supone una subida del 27%. Es la comunidad en la que más han crecido las cifras, alcanzando en 2021 su máximo histórico y superando los 680 casos de 2013.

Sin duda, concluye la Memoria, faltan médicos, se anulan consultas y pruebas ante la carencia de oncólogos, cardiólogos y radiólogos, y esto tiene especial incidencia en el mundo rural, que también carece de facultativos, todo ello producto, señala el Defensor del Paciente, de "la nefasta gestión y el brutal recorte presupuestario por parte de la Junta de Castilla y León".

"La actividad médica ha vuelto a niveles prepandemia, así que la excusa del COVID-19 ya no cuela; el sistema sanitario sigue sin ser idílico por la falta de recursos personales y materiales", señalan.

El plan de choque de Mañueco se basará en ampliación de jornadas

Sin embargo, el ya investido presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, afirmó en su discurso de investidura, pronunciado el pasado lunes, que en esta Comunidad Autónoma "tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios de España", y que garantizará "una sanidad de calidad", aplicando un "plan de choque para reducir las listas de espera hospitalarias" y presentando el presupuesto para sanidad más alto de la historia, "con más medios humanos y tecnológicos".

Sobre el detalle de ese "plan de choque", sin embargo, fuentes del gobierno regional explican que el plan "utilizará fundamentalmente recursos propios, maximizándolos, ampliando posibles jornadas y tiempos de trabajo con las debidas compensaciones a los profesionales y siempre desde el diálogo con ellos", lo que parece indicar que no hay  intención de aumentar el número de sanitarios. Tampoco se avanza el presupuesto que ese plan llevará aparejado.

"Se hará a base de peonadas, sin contrataciones", interpreta desde UGT el secretario autonómico de Sanidad, Miguel Holguín, que recuerda el famoso "Plan POLE", Plan de Organización de Listas de Espera, anunciado, aunque nunca presentado ni, claro está, puesto en marcha, por la ex-consejera de Sanidad, Verónica Casado, estos dos últimos años de legislatura.

En opinión de Holguín, los datos que ofrece la Junta "se merecen una estrella Michelín, porque están estupendamente cocinados, y son sólo la punta del iceberg", ya que, explica, no se corresponden con la realidad, puesto que no contabilizan los pacientes no estructurales, los que no figuran en las listas de espera porque rechazan las intervenciones, consultas o pruebas y pasan a la privada, o bien están pendientes de asignación de cita, así que ni siquiera contabilizan para la demora.

"Mañueco es un mentiroso compulsivo", continúa, cuando se le pregunta por la rotunda afirmación del presidente en la sesión de investidura, "ahí están los datos consolidados de gasto sanitario del Ministerio, en los que Castilla y León es la séptima comunidad autónoma en gasto por paciente, pero es que a la fuerza ahorcan: somos pocos, dispersos y nuestra población está envejecida, así pues, nuestro sistema sanitario es mucho más caro".

El secretario autonómico de UGT recuerda que "los gobernantes monocolor de Castilla y León" se comprometieron a destinar a la sanidad unos porcentajes que no han cumplido: un 25% del presupuesto sanitario a la Atención Primaria, que no ha alcanzando el 16%, y un presupuesto total para la sanidad en su conjunto entre el 7 y 7,5% del PIB.

Holguín subraya que en el proyecto de Presupuestos de la Junta iban a dejar de ingresarse este año más de 500 millones de euros "perdonando impuestos como el de Transmisiones, y ahora se anuncian nuevos recortes en los tributos", dice, "así que, si vas a seguir dejando de ingresar, ¿a dónde irá nuestra sanidad?", se pregunta.

"Lo único bueno que nos ha pasado es que al menos nos hemos librado de un consejero de Vox, aunque no sabemos si Vox hubiera sido la puntilla o más de esta lenta agonía".