El próximo 4 de mayo se celebrarán unas elecciones madrileñas cuya fecha de caducidad llegará en dos años. En 2023, los madrileños serán llamados a las urnas otra vez, con el pertinente coste que supone una convocatoria electoral. El “capricho” de Isabel Díaz Ayuso le costará a Madrid, teniendo en cuenta los comicios de dentro de dos años, unos 40 millones de euros.

Estas elecciones son fruto de la moción de censura que Ciudadanos y PSOE presentaron en la Asamblea de Murcia contra el Gobierno del popular Fernando López Miras. La maniobra de socialistas y liberales no salió como esperaba ni a nivel regional ni nacional, pues llevó a la presidenta de la Comunidad de Madrid a romper el pacto con Ciudadanos de manera unilateral por “miedo” a que le ocurriese lo mismo que a su homólogo murciano. Algo que, por cierto, ha sido desmentido hasta la saciedad desde la formación naranja.

Este ‘temor’ de la presidenta regional – “capricho” en palabras de Ignacio Aguado – supondrá a los madrileños un gasto de 19,5 millones de euros, según ha informado la Cadena SER tras previa consulta a la Consejería de Presidencia.

Esos cerca de 20 millones de euros constituyen, por ejemplo, la cantidad de dinero recaudada por la Comunidad de Madrid en materia de donaciones privadas durante los primeros meses de la pandemia del coronavirus. Pero también es una cantidad seis veces mayor a lo que se pagó a IFEMA para reconvertir sus instalaciones en un hospital temporal para calmar el estrés que se vivió en las UCIs madrileñas.

Esta cantidad incluye los gastos de trabajo de Madrid Digital, los contratos de la Secretaría General Técnica y la cobertura que garantiza el cumplimiento del protocolo sanitario. Ante el silencio de Presidencia, el desglose de gastos de las elecciones de 2019 otorgan una ligera idea de lo que supondrá esta convocatoria electoral, amén de las medidas antiCovid.

Por otro lado, el Consejo de Gobierno de la Cadena SER aprobó el miércoles la autorización de 885.984 euros en materia de subvención para gastos electorales”, lo que se traduce en “la parte destinada a los partidos políticos”.