Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, es un activo vital para el PP. Su magnetismo es innegable y, por eso, desde la formación no desdeñan el poder de su figura. Por eso, la jefa del Ejecutivo regional doblará su presencia en la campaña de Alfonso Fernández Mañueco y respaldará al candidato conservador este martes en Valladolid y Ávila. Sin embargo, desde el equipo de la lideresa autonómica barajan su ausencia para el cierre de campaña.

Cuando Mañueco consumó el adelanto electoral, Ayuso se puso a disposición del partido para echar un cable a su homólogo en unos comicios fundamentales para la formación conservadora. La dirección nacional ha interpretado estas elecciones en clave nacional y las andaluzas – cuando se convoquen – en clave nacional, pues entienden que la inercia de ambos procesos será clave en el camino de Casado hacia Moncloa.

En un primer momento, la presencia de Ayuso se iba a limitar a una jornada, aunque este martes regresará a tierras castellano y leonesas para respaldar a Alfonso Fernández Mañueco. El candidato conservador ha perdido fuerza, a juzgar por las últimas muestras demoscópicas, y necesitaría del apoyo de Vox para gobernar.

La relación entre Mañueco y Ayuso es excelente y comparten actos institucionales con cierta frecuencia. De hecho, tal es la sintonía que, cuando al principio de la precampaña se acusaba al presidente de Castilla y León de “ayusizarse”, el respondía que era un “halago” para él porque su homóloga personifica el “modelo de éxito del Partido Popular”.

De Valladolid a Ávila

Tras darse un baño de masas en Burgos junto a Mañueco y proclamar que el 13 de febrero los castellanos y leoneses han de elegir entre “socialismo o libertad”, Ayuso regresará la región este martes, aunque en esta ocasión viajará hasta Valladolid. La jefa del ejecutivo madrileño y el candidato conservador recorrerán las calles de la ciudad tras participar en un acto con afiliados y simpatizantes populares.

Una vez concluya el paseo, Ayuso se desplazará a Ávila, provincia con la que la presidenta madrileña tiene una vinculación íntima, irá de la mano con el presidente del PP de la zona, Carlos García, para recorrer algunas calles del centro de la ciudad.

Dudas sobre el cierre

El Partido Popular necesita todos los activos posibles en una campaña que se ha torcido con el transcurrir de los días. Las encuestas están alejando a los conservadores del objetivo de gobernar en solitario y eludir el influjo de la ultraderecha. Por eso, el temor ha inundado Génova hasta el punto de modular su optimismo y variar su estrategia argumental.

Pero los conservadores recibirán otro duro golpe para el cierre de la campaña. Hasta el momento, tan sólo Alberto Núñez Feijóo y Fernando López Miras han confirmado su asistencia al último acto electoral. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, y el máximo mandatario ceutí, Juan Jesús Vivas, han trasladado ya al partido su ausencia. La última incógnita por despejar es la de la propia Ayuso.

El entorno de la presidenta madrileña no ha confirmado su asistencia pese a las directrices de Génova para multiplicar su presencia en Castilla y León. Fuentes próximas a la presidenta regional han revelado a ElPlural.com que la baronesa se ha visto obligada a cancelar varios compromisos para atender a la llamada de auxilio de Mañueco. Los conservadores son conscientes del tirón que tiene la lideresa, aunque prefieren que tenga un acto en el que intervenga a que acuda al cierre “donde no va a hablar”.

“Estamos a expensas, pero haremos lo que nos diga la campaña”, destacan desde el círculo de Ayuso, quienes insisten en que si acude, lo hará para estar en el mitin y no para intervenir. “No sabemos si hay que volver y hemos tenido que modificar la agenda por la Conferencia de Presidentes”, arguyen. Por lo tanto, de momento, el gran activo de los populares deja en el aire su presencia a la clausura de la campaña.