Isabel Díaz Ayuso encontrado de nuevo el resorte que tocar en su cruzada contra el Gobierno. "Madrid no se apaga", la evolución del "Madrid no se cierra", ha sido el nuevo mantra lanzado desde la Puerta del Sol y, en especial, desde las redes sociales de la presidenta, en paradero desconocido desde la toma de posesión de Juanma Moreno.

Mientras tanto, sus consejeros son los encargados de explicar las consignas que -bien por su equipo o bien por cuenta propia desde la tumbona- publica a golpe de tuit la cuenta de la líder regional. Uno de ellos ha sido el portavoz y vicepresidente del Gobierno de Ayuso, Enrique Ossorio, que ha llegado a afirmar que se plantean apagar unos segundos las luces de los escaparates y edificios públicos a las 22:00 horas para después volverlas a encender y así burlar la ley para no cumplir las medidas de ahorro energético decretadas por el Gobierno central.

El ejercicio, que recuerda a los grandes momentos protagonizados por los independentistas catalanes allá por 2017, pretende dejar sin efecto la norma del Gobierno que cumplirán buena parte de los países europeos y la totalidad de los españoles.

“La ley no dice cuánto tiempo se tienen que mantener apagados los escaparates. Si un comerciante lo apaga durante diez segundos está cumpliendo la ley y no va a poder ser sancionado. Y, esto se aplica exactamente igual a la iluminación de los edificios oficiales. Por lo tanto, si un edificio oficial permanece apagado diez minutos después de las 22 horas se habría cumplido la norma y no puede ser objeto de sanción (…) Es decir, como no han especificado hasta cuándo hay que mantener apagados los escaparates y hasta cuándo hay que mantener apagados los edificios públicos, con que esté apagado diez segundos se cumple la norma.”, ha llegado a afirmar Ossorio.

Una posición que tiene más mérito si tenemos en cuenta que Ayuso ha vuelto a poner en jaque al PP sin pìsar Sol. Tras agitar la política española, ni siquiera sus consejeros explican el paradero de la presidenta. "Si ahora cada dirigente tiene que decir dónde está por un tuit que pone...", afirmaba al respecto este miércoles en televisión el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano.

Feijóo guarda silencio

Mientras, Ayuso vuelve a erigirse como la líder de la oposición del PP frente a Sánchez. Aprovechando el 'cerrado por vacaciones' que impera en la política española durante el mes de agosto, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha conseguido liderar los titulares del PP sobre la medida del Gobierno desdibujando por completo el plan moderado de Feijóo. El PP ya no suena a nuevo PP sino que recuerda y mucho al previo a la marcha forzosa de Casado.

En este sentido, la pelota ha pasado al tejado del PSOE, que engrasa la maquinaria para volcar toda la presión sobre el presidente del Partido Popular. Este pasado miércoles, la ministra de Justicia, Pilar Llop, y el recién nombrado portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Patxi López, urgieron al gallego a “controlar” la situación en su formación.

No es para menos. La Generación Z y algún díscolo millennial recordará la serie Hannah Montana. A lo largo de la sintonía la protagonista explica cómo es vivir una vida entre dos posiciones diferentes: la de una joven estudiante y la de una estrella de la canción, ídolo de masas. La idea, evidentente, solo funciona en los engranajes de la maquinaria de Disney. El limbo que supone estar entre dos aguas y mantener dos discursos antagónicos que incluso cambian en apenas diez días al instalarse en la política del no, puede pasar factura al PP.

Mientras en Génova hacen malabares para contener las iras de Ayuso, el Gobierno ya ha sacado lustre a su maquinaria para sacar tajada de la enésima guerra interna. Ni siquiera la discrepancia de las baronías populares que han anunciado que acatarán hasta la última coma del decreto parece callar la rebelión, interpretada de nuevo como un signo de la debilidad orgánica del Partido Popular.