Los datos del paro de este viernes corroboran la buena gestión del Gobierno, y es que nuestro país ha vuelto a bajar por debajo de los 3 millones de desempleados, marcando con ello su mejor cifra de este mes desde 2007. Sin embargo, el PP acusa de manipulador al Gobierno. Al menos, la mayoría del partido, ya que en este caso la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se baja del barco.

Ayuso no hace el juego al PP

No todas las voces cantan al mismo son dentro de la formación. Así las cosas, la líder regional ha celebrado los buenos datos del mes reciente (a su manera, eso sí) alardeando de ellos. La responsable de Sol ha publicado un tuit en el que no solo no hace mención alguna a que las cifras puedan estar maquilladas como sugiere su partido, sino que se ha vanagloriado de ellas.

Tampoco es algo nuevo, pues la lideresa ha hecho suyos en reiteradas ocasiones durante los últimos meses unas expectativas que tienen mucho más que ver con el buen hacer del departamento de Yolanda Díaz y la reforma laboral -entre otras cuestiones- que con el del Ejecutivo regional.

No deja de ser llamativo que la política popular no solo se fíe de los análisis (no porque estos estén maquillados como acusa el PP, sino sencillamente porque va en contra de su propio partido), sino que además hable bien de ellos y los considere propios. Todo esto después de arremeter contra la reforma laboral en aquellos meses en los que emplazaba a los periodistas a “traer los datos más tarde” para ver el impacto de una de las medidas estrella del Gobierno de coalición.

Noviembre da la razón al Gobierno y se la quita a la oposición

Las consecuencias de la reforma laboral vienen siendo palpables desde el momento mismo de su aprobación. Y vuelven a asomar en este penúltimo mes del año, en el que el paro ha descendido nuevamente consolidándose por debajo de los 3 millones, su mejor cifra de este mes desde 2007.

La bajada ha sido de 33.512 personas (un 1,15%) y presenta datos esperanzadores para la población joven y las mujeres, quienes llevan aparejados indicadores solo imaginables hace 14 años.

Sin embargo, y pese a la evidencia, la derecha (excepto la presidenta madrileña) opta por la descalificación y por lanzar acusaciones pasadas claramente de tono, como que las cifras están edulcoradas.

Se basa para ello en que en los análisis no están incluidos los trabajadores fijos discontinuos. Obvia, eso sí, que la catalogación de este grupo data del año 1985, tal y como se refleja en una Orden Ministerial. También pasa por alto que la manera reciente de registrar a los trabajadores no la modificó la nueva reforma laboral, ni tampoco los años anteriores del Gobierno popular, tal y como ha explicado ElPlural.com; que ha recogido varios indicadores que desmienten al partido conservador.

Pero lo más trascendental (además de que otros organismos oficiales como Eurostat operan igual) es que el hecho se remonta a la década de los 80. Desde entonces, el SEPE contabiliza a los fijos discontinuos como demandantes de empleo no parados. Por tanto, el argumento del PP cae por sí solo y, por si acaso, queda demostrado que es muy fácil de desmontar.