La Memoria Histórica en Castilla y León ya se vio amenazada cuando el pasado 13 de febrero Vox se forjó tras las elecciones con un buen número de representantes en la Cámara autonómica y, poco depués, aún más cuando entró en el Gobierno de coalición con Alfonso Fernández Mañueco. Ahora, la asociación principal se mantendrá en pie de guerra contra el partido de ultraderecha para evitar que derogue la normativa. 

Desde hace años, en la región trabajan en las exhumaciones que se realizan en el cementerio del Carmen de Valladolid para investigar los cuerpos de los represalidados durante la Guerra Civil. Para realizar estos trabajos, la asociación ha necesitado el aval del PP por decreto autonómico, por el cual reciben subvenciones. 

Las posiciones que ha tomado el líder de Vox en la comunidad autónoma, Juan García-Gallardo, han movilizado a los sindicatos y, en este contexto, cabe recordar las palabras que entonó este martes el líder de la formación a nivel nacional, Santiago Abascal: “Haremos todo lo posible por derogar la legislación ideológica izquierdista sobre memoria histórica”, afirmó. 

No obstante, la postura de Mañueco parece tajante al respecto, ya que la región tiene más de 500 fosas registradas y, rigiéndose por el decreto 9/2018, la ley “no se va a tocar”, aunque las asociaciones de Memoria Histórica siguen a la espera de lo que pueda suceder cuando la coalición empiece a cobrar vida. 

El feminismo y el colectivo LGTBI, también amenazados por Vox

Desde que se anunció el pacto de Gobierno entre PP y Vox en Castilla y León, los derechos de las mujeres y de las personas LGTBI también se han visto en peligro, dado que también son objeto de rechazo por parte de García-Gallardo. Por una parte, Vox tacha directamente la violencia de género para hablar de violencia machista, lo que ya ha provocado movilizaciones feministas ante las Cortes regionales. 

Asimismo, Yolanda Rodríguez, presidenta de la Fundación Triángulo en Castilla y León, tildó de "catastrófico" en una entrevista a ElPlural.com las posiciones adoptadas por la ultraderecha contra el colectivo LGTBI: “Vox no puede pedir la derogación de una ley LGTBI en Castilla y León porque no la hay, se da esa paradoja, pero lo que sí va a hacer es paralizar los proyectos de ley que estaban en marcha y que decayeron al convocarse elecciones. Con Vox no van a volver a salir del cajón donde estaban metidos”, lamentaba.