El Congreso de los Diputados dio luz verde ayer por mayoría a una proposición no de ley del PSOE que insta al Gobierno a honrar a las más de 5.000 víctimas de 'La desbandá' que fueron masacradas en febrero de 1937 mientras huían de la represión franquista por la carretera que une Málaga y Almería. La iniciativa propone declarar la dramática ruta como Lugar de la Memoria Democrática, coincidiendo con el 85 aniversario de ese episodio.

El PSOE contó con el apoyo de Unidas Podemos y de sus socios parlamentarios PNV, ERC y EH Bildu, aunque también de Ciudadanos, JxCAT y BNG, que anunciaron que apoyaban la iniciativa para hacer justicia e impulsar la dignidad de las víctimas franquistas. Vox adelantó que votará en contra y el PP no desveló qué hará, aunque la intervención de su diputado fue muy crítica.

"Deseo de revancha"

Quien se mostró más beligerante contra la proposición fue el diputado de Vox Francisco José Contreras, para quien las víctimas de 'La desbandá' no murieron tanto por los bombardeos de la aviación franquista como por la "imprevisión logística del bando republicano", lo que en su opinión provocó una "gran catástrofe humanitaria".

Contreras atribuyó la iniciativa socialista a un "deseo de revancha" y a la "necesidad de la izquierda de reescribir 'orwelianamente' la historia y de ganar por fin la guerra civil 85 años después". En opinión del diputado ultraderechista, las izquierdas promueven lo que denominó una "memoria histórica hemipléjica que sólo rinde homenaje a las víctimas de uno de los bandos".

Menos beligerante pero no menos contrario que Contreras se mostró el diputado del PP Vicente Mateu, que acusó al PSOE de querer "reabrir la herida sangrante" de la Guerra Civil cuestionando la Transición mientras se "olvida" de los crímenes perpetrados durante la Segunda República. Para Mateu, el Congreso no debería ocuparse de asuntos ocurridos hace 85 años sino de los que ahora "preocupan" a la ciudadanía.

La masacre

Los historiadores no niegan que, en efecto, pudo haber imprevisión o más bien impotencia por parte de las autoridades republicanas antre la caída de Málaga en manos franquistas, pero el diputado Contreras obviaba en su intervención que la masacre de civiles, que hoy seria considera crimen de guerra, se produjo porque aviones y buques del bando golpista dispararon impunemente contra ellos.

La investigadora malagueña Encarnación Barranquero estima que entre 100.000 y 150.000 personas huyeron en aquellos momentos. Los bombardeos de la aviación y de la marina eran una pesadilla. Los barcos se situaban tan cerca de la costa que la tripulación era visible desde la carretera: se trataba de los cruceros ‘Canarias’, ‘Almirante Cervera’ y ‘Baleares’.

Testigo directo de los hechos, el médico canadiense Norman Bethune describía así lo sucedido: “Imaginaos ciento cincuenta mil hombres, mujeres y niños que huyen en busca de refugio hacia una ciudad situada a doscientos kilómetros de distancia. No hay más que un camino. No hay más vía de escape. Y este camino, encajonado entre los altos picos de la Sierra Nevada y el mar, cortado en sus mismos tajos, sube y baja, desde el nivel del mar a las montañas, en declives de más de 30 metros”.

La proposición

El texto del PSOE aboga por reconocer ese lugar por "sus valores históricos intangibles y simbólicos" incluyéndolo en el Inventario Estatal de Lugares de Memoria Democrática para divulgar lo que allí sucedió a través de la información más completa posible en los soportes documentales más adecuados.

Entre otras cosas, los socialistas piden que se establezcan medios de difusión e interpretación, particularmente con recursos audiovisuales y digitales explicativos, incluyendo su identificación en la página web del Ministerio de Presidencia a través de su geolocalización y con accesos a fotografías y audiovisuales.

El diputado socialista Ignacio López Cano aprovechó su intervención en defensa de la iniciativa para cargar contra el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, por poner una calle en Madrid al Crucero 'Baleares', que participó en la masacre de 'La desbandá', lo que también ha merecido críticas por parte de la diputada de Unidas Podemos Martina Velarde. "Es una puñalada trapera a los andaluces", denunció la diputada.

No obstante, Velarde fue especialmente crítica con sus socios del PSOE, a los que echó en cara el retraso en la tramitación de la ley de Memoria Democrática y que no se garantice que se puedan juzgar los crímenes del franquismo. Y lo mismo hicieron Josep Pagès, de Junts, y Néstor Rego, del BNG.

El PNV considera que 'La Desbandá' fue el episodio más cruento de la guerra. Su diputado Mikel Legarda respaldó fomentar la reparación y dignidad de las víctimas: "La memoria de estos hechos –dijo– es de importancia vital para el futuro, como un deber colectivo para evitar repeticiones".

Desde EH Bildu, Oskar Matute recordó que 'La desbandá' supuso el "primer sabotaje" a un corredor humanitario y el diputado del PNV, Mikel Legarda, ha mostrado su apoyo al texto si bien ha apuntado que esa carretera ya fue declarada Lugar de la Memoria por la Junta de Andalucía en 2012.