Juan García-Gallardo, líder de Vox en Castilla y León y llamado a ser el vicepresidente de la Junta tras el acuerdo con el PP, ha vivido este lunes un gran apuro durante la rueda de prensa que ha ofrecido tras reunirse con el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, de su mismo partido. El líder ultra no ha sabido cómo responder a la pregunta de un periodista sobre lo que denominan como inmigración ordenada: “¿Qué ayudas son esas que reciben esas personas que entiende que fomentan una inmigración ordenada que no se adapta o no se integra?”.

“También me gustaría saber qué diferencias hay entre esa inmigración ucraniana, que tan bien han bienvenido ustedes, y esos menores extranjeros no acompañados o esas críticas a la inmigración del norte de África que usted mismo en esta misma sala reprobó”, ha añadido el periodista.

En su respuesta, García-Gallardo ha comenzado hablando de impuestos y merecimientos. Así, ha asegurado que los castellanos y leoneses “pagan religiosamente” sus impuestos, “con mucho esfuerzo” y que “las ayudas sociales tienen que tener con carácter prioritario su destino en los ciudadanos de Castilla y León”. “Y en muchas ocasiones los castellanos y leoneses ven con mucha inquietud cómo el dinero que ellos pagan va destinado a personas que nunca han contribuido económica y socialmente al sostenimiento de las arcas públicas”, ha comentado.

El líder de Vox también ha añadido que “Ucrania es un país en guerra” y sus ciudadanos “dan muchos menos problemas” que los de “otros sitios”. Ante esta reflexión, el periodista ha vuelto a preguntar: “No, pero perdón. Estamos insistiendo mucho, pero me gustaría saber concretamente qué ayudas son esas, qué importe o qué criterios…”.

Tras esta matización, Gallardo ha interrumpido para zanjar la cuestión: “Bueno, mira, yo no voy a jugar con usted al Trivial. Yo no tengo aquí esos datos delante”. “Yo he venido aquí a hablar del acuerdo que tenemos con el PP”, ha remarcado, añadiendo: “Si usted quiere, otro día le doy el dato. No lo tengo delante”.

Las exigencias de Vox

Alfonso Fernández Mañueco terminó cediendo a las exigencias de Vox. Entre los puntos que ambas formaciones acordaron para poner en marcha se encuentra la deseada ley de lucha contra la violencia intrafamiliar que tanto ha pedido la formación ultra. Con ello pretenden promover medidas preventivas y dotar de una protección adecuada a las víctimas, pero las asociaciones feministas no piensan lo mismo y no han dudado en manifestarse a las puertas de las Cortes para avisar de que vigilarán que se cumplan las leyes de violencia de género.

Algunas de las otras cuestiones que PP y Vox han firmado para formalizar su alianza en Castilla y León se encuentra promover “una inmigración ordenada que, desde la integración cultural, económica y social, y en contra de las mafias ilegales, contribuya al futuro de Castilla y León” y defender los “productos autóctonos frente a los que llegan desde fuera de la Unión Europea”.

En cuanto a la educación, ambos partidos apuestan por “un modelo educativo basado en el mérito, el esfuerzo y la capacidad, que tenga por objeto la excelencia, generador de oportunidades y libre de adoctrinamiento ideológico”.