El exconseller de Agricultura en los primeros gobiernos de Jordi Pujol y defensor de un modelo de financiación autonómica basado en la aportación de los territorios y no de las personas, Josep Miró i Ardèvol, escribe hoy en La Vanguardia que “una buena solución” a las tensiones territoriales pasaría por un pacto fiscal para Cataluña que, a su vez, implicaría cambiar “ un sistema de financiación que drena los motores económicos de España y mantiene dopado el potencial económico de comunidades tan grandes como la andaluza”.

La opinión de las élites

Diputado autonómico, concejal en el Ayuntamiento de Barcelona y firmante de un manifiesto pidiendo el voto para el socialista Miquel Iceta en las últimas elecciones catalanas, aunque  Miró no tiene desde hace mucho tiempo responsabilidades políticas ni institucionales, su opinión es altamente significativa porque refleja el pensamiento de un parte muy importante de las élites políticas y mediáticas catalanas, que comparten el diagnóstico, pocas veces explicitado descarnadamente, de que el sur se aprovecha de la laboriosidad del norte. 

La definición del verbo dopar, utilizado por Miró, es suficientemente explícita: "Suministrar sustancias excitantes o estimulantes que sirven para lograr de modo no natural un mejor rendimiento en una competición deportiva".

Irracional distribución

En el artículo publicado hoy en el diario catalán, Miró sostiene que “una de las razones básicas del rechazo de Catalunya al Estado español radica en la irracional redistribución de rentas entre territorios”.

Así lo certifican, en su opinión, las propias balanzas fiscales del Ministerio de Hacienda, según las cuales Catalunya transfiere, en la interpretación de Miró, el 5% de su PIB mientras que "el País Vasco, con una renta por habitante superior, recibe el equivalente al 5,3% también de su PIB. Catalunya paga diez puntos de diferencia con relación al País Vasco por formar parte de España, o Euskadi los recibe por estar unido a ella”.

La solución, el pacto fiscal

Para el expolítico convergente y conocido activista contra el aborto y la homosexualidad, el rechazo por parte de Mariano Rajoy al pacto fiscal que en 2012 le propuso Artur Mas fue “un intento de resolver este desequilibrio”, además de “la causa formal del giro de CiU hacia el independentismo”.

Junto a Josep Maria Gené y Joaquim Molins, Miró participó en 1996 en la elaboración de una de las propuestas fiscales que CiU manejó como moneda de cambio para apoyar la investidura de José María Aznar, aunque finalmente Pujol la descartó.

Desigualdad moderada

El articulista cita en apoyo de sus posiciones el informe del Banco de España ‘Convergencia regional en España: 1980-2015’, de Sergio Puente, que subraya, según la interpretación de Miró, “que en este país la diferencia de la renta regional entre las comunidades más y menos desarrolladas es menor que la media de la Unión Europea, y, al mismo tiempo, la redistribución territorial es muy superior”.

Para Miró el actual sistema de financiación “redistribuye más entre regiones que entre personas, si descontamos el sistema público de pensiones, un absurdo en términos de eficiencia y de justicia social, porque tal como está planteado, el reequilibrio territorial no reduce automáticamente la desigualdad personal, incluso puede acentuarla”.