Francisco Ferraro fue en su día muy crítico con los gobiernos socialistas de Andalucía y también lo está siendo con los conservadores. El catedrático de Economía Aplicada y director de las sucesivas ediciones del Anuario del grupo editorial Joly  ha publicado en Diario de Sevilla un contundente artículo titulado ‘Sobre el uso político de las estadísticas’ en el que desmonta algunos de los mantras más repetidos por la propaganda gubernamental, como que la economía andaluza ha crecido por encima de la media española desde que Juan Manuel Moreno preside la Junta.

Ferraro se hace eco en su artículo del “revuelo político" ocasionado por la publicación de la Contabilidad Regional de España para el año 2021 del INE, según la cual el PIB per cápita de Andalucía era de 18.906 euros, alejado de la media española y casi la mitad que la comunidad más rica, que es Madrid. 

Para el prestigioso experto, “lo llamativo no es la cuantía diferencial, sino que Andalucía, que viene ocupando el penúltimo lugar entre las CCAA españolas en PIB pc, pasaba por primera vez a la última posición, superada por Extremadura (tradicional farolillo rojo del ranking), e incluso por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla”. 

Considera Ferraro que “esta estadística le ha sacado los colores a un gobierno regional que esgrime como legitimación económica el crecimiento diferencial de Andalucía con respecto a España desde el final de la larga etapa de gobiernos socialistas. Sin embargo –añade–, en la anterior legislatura el crecimiento del PIB pc andaluz fue inferior al de España en 2019 y 2021 (y previsiblemente lo habrá hecho en 2022), por lo que solo en 2020 (primer año de la pandemia), el PIB pc andaluz se contrajo menos que el nacional, pero ello por el menor peso de nuestra industria en el PIB, el mayor peso de la Administración Pública y, sobre todo, de la agricultura, sector que soportó mejor la pandemia y que fue un año de cosechas extraordinarias”. 

El también profesor del Máster en Administración de Empresas de la Escuela de Negocios de la Cámara de Sevilla formula finalmente esta recomendación: “Por tanto, bien haría el gobierno andaluz moderando su discurso de cambio radical desde que gobierna el PP, en el que magnifica no solo el crecimiento diferencial del PIB pc, sino también estadísticas tan volátiles y discutibles como las de comercio exterior, en las que se exalta el crecimiento diferencial de las exportaciones, cuando la diferencia en el último año es muy reducida, favorecida por el aumento de los precios de los combustibles exportados (para lo que aumentaron notablemente las importaciones de petróleo), y su participación en las exportaciones totales españolas se ha reducido desde 2018. O del número de autónomos, que se interpreta como un aumento de emprendedores, cuando en la mayoría de los casos es un aumento del autoempleo por la escasez de ofertas de empleo o empleos encubiertos en forma de autónomos”.