Mar de fondo en Estepona y ruido de cemento y grúas ante la inminente subasta de siete parcelas urbanizables pertenecientes a una fundación que lo legó para fines sociales y educativos con respecto para las mujeres de la localidad. Dichos terrenos están valorados en 66 millones de euros y ubicados en la zona denominada Salada Vieja. El PSOE que ha denunciado públicamente esta operación urbanística ha iniciado un análisis jurídico urgente para estudiar acciones legales que frenen lo que califica como “uno de los mayores escándalos de expolio institucional” en la historia reciente del municipio.

Los terrenos subastados forman parte de un patrimonio legado en 1973 por la familia Nadal a través de varias fundaciones —entre ellas, la Fundación Antonia Guerrero— con el objetivo de destinar sus beneficios a fines sociales y educativos, especialmente la formación de mujeres sin recursos en Estepona. La portavoz socialista, Emma Molina ha considerado que la venta de estas parcelas contradice esa voluntad fundacional y advierte que el proceso podría estar favoreciendo intereses privados en detrimento del bien común.

Un legado en juego

 La subasta, convocada en notaría y abierta hasta el 16 de octubre, afecta a una de las áreas con mayor potencial urbanístico del término municipal. El suelo en cuestión, con capacidad para unas 1.125 viviendas, se ofrecerá en un lote único a promotoras que acrediten solvencia y presenten una fianza del 10%. La fundación justifica la operación como una vía para transformar patrimonio en liquidez, agilizar becas y financiar proyectos culturales y educativos.

Denuncias de opacidad y especulación de una fundación que preside el propio alcalde
La portavoz socialista ha sido contundente: “Estamos ante un ataque al corazón del patrimonio de Estepona. Este legado no puede venderse como si fuera una mercancía más”. Además, denuncia que otras operaciones similares ya se han llevado a cabo en zonas como La Lobilla, Arroyo Vaquero o Guadalobón, todas bajo el mandato del actual alcalde, José María García Urbano, quien también preside la Fundación Antonia Guerrero.

Los socialistas sostienen que estas ventas han favorecido a promotores inmobiliarios —entre ellos el empresario conocido como “señor Hidalgo”— sin que el municipio haya recibido contrapartidas visibles. “Estepona pierde mientras unos pocos ganan”, afirmó Molina.

El grupo socialista también ha solicitado información sobre el estado del resto del legado de la familia Nadal. En el Parlamento de Andalucía, han constatado que la Fundación José Nadal, otra de las beneficiarias de la donación original, ni siquiera aparece ya inscrita en el registro autonómico de fundaciones, y de su patrimonio no queda rastro.

Por ello, el PSOE teme que los terrenos de la Fundación Antonia Guerrero sean “la última pieza en juego” de un patrimonio concebido para el bien común y hoy en riesgo de ser absorbido por la especulación.

La subasta se resolverá el próximo 17 de octubre con la apertura pública de sobres. En paralelo, el PSOE ha anunciado que explorará todas las vías legales e institucionales para frenar la operación y defender el legado fundacional. “No es solo una cuestión legal, es una cuestión de dignidad, justicia y memoria”, ha declarado su portavoz.

Conviene recordar que la familia Nadal donó en 1973 más de tres millones de metros cuadrados al pueblo de Estepona, en concreto 500.000 metros cuadrados a la Fundación Antonia Guerrero, 566.000 a la Fundación José Nadal y otros 402.000 destinados a entidades sociales, religiosas y a la ciudad natal de los donantes, Onteniente.

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