El dato admite poca discusión: un 5,89. Es la nota que los usuarios andaluces dan a los servicios sanitarios de la comunidad, según el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de marzo de 2022. La puntuación media española fue de 6,23 puntos, en una escala de puntuación de 1 a 10 en la que 1 significa “totalmente insatisfactorio” y 10 “totalmente satisfactorio”.

La nota ha sido rescatada hoy en su cuenta oficial de Twitter por el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, al hilo de las protestas de los profesionales sanitarios para exigir al Gobierno de Juan Manuel Moreno mejoras en un sistema cuyas costuras están reventando, particularmente en la Atención Primaria.

“Las protestas de ayer de los sanitarios se unen a las quejas anónimas de los andaluces, hartos de que la calidad de nuestra atención primaria caiga en picado”, escribe Espadas en la red social, complementando su mensaje con el recordatorio de que Andalucía tiene “la peor valoración de todas las CCAA” y la exigencia a Moreno de que tome medidas para que haya “menos pacientes por médico y más rapidez en las citas”.

Espadas acompaña el mensaje con la reproducción de los dos cuadros del CIS que certifican la mañana opinión de los usuarios sobre el sistema público de salud, que hasta la crisis financiera de 2009 solía tener un notable alto de los andaluces. En el Barómetro del instituto público solo Madrid y Melilla, junto a Andalucía, no llegan al 6: obtienen un 5,99 cada una.

Los datos del CIS coinciden básicamente con los aportados por informe el anual de la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública, publicado en mayo de 2022 sobre datos de 2021. En el mismo Andalucía figuraba como la segunda comunidad con peores servicios sanitarios: con una puntuación máxima posible de 130 puntos y una mínima de 32, Andalucía sumaba solo 63 puntos, seguida de Murcia con 60). En la serie estadística de la federación, iniciada en 2009, Andalucía no sale del vagón de cola desde 2016, aunque su peor resultado fue el de 2021.

Si las negociaciones con la Junta de Andalucía acaban sin acuerdo, los médicos de Atención Primaria están llamados a la huelga a partir del próximo 27 de enero, convocados por el Sindicato Médico Andaluz (SMA), aunque la geografía de las protestas no está vinculada con el color político de las comunidades donde están teniendo lugar. 

Hay en marcha paros o movilizaciones en Madrid, Cataluña, Extremadura, Valencia, Aragón o Navarra. La sanidad andaluza cuenta con el presupuesto más elevado de su historia –casi 13.500 millones de euros en 2023– pero el malestar de usuarios y profesionales no remite. Las citas con el pediatra o el médico de familia en los centros de salud siguen arrastrando importantes demoras y los tiempos para ser atendido por el especialista se eternizan duarante meses.  

Para el Sindicato Médico Andaluz, “la burocracia en la Atención Primaria aumenta día tras día, restando tiempo a la atención directa al paciente, lo que hace que para acceder a una consulta con su médico de familia un usuario tenga que esperar varios días y dependiendo del Centro de Salud incluso más de una semana”. Además, “las condiciones laborales de los médicos de Atención Primaria son cada vez más precarias ya que persiste la sobrecarga por la falta de personal, con cupos sobredimensionados, agendas infinitas y sin tiempo para valorar a los pacientes”.

Las reivindicaciones del Sindicato Médico Andaluz son estas: incrementar la financiación de Atención Primaria que compense la situación sufrida a lo largo de los años; avanzar en la mejora en la equiparación salarial y la carrera profesional; adecuar las plantillas a la población; mejorar las condiciones laborales y retributivas de los facultativos andaluces para evitar fuga de médicos; ajustar las agendas para garantizar un tiempo mínimo por paciente suficiente para dar respuesta a sus necesidades, en concreto, un máximo de 35 pacientes al día para los médicos de familia o 25 niños al día en la agenda de los pediatras, sin opción a bises, ni otras agendas paralelas; y extensión a la tarde en concepto de continuidad asistencial de la agenda que sobrepase esos 35 pacientes.