Martes, 8.30.- Parte del tiempo: luz trufada de soles de oriente, suaves chaparrones, verdes inexplicables. Me agrada enormemente que el ejército de pregoneros ripiosos haya sido confinado este año por la pandemia. Por higiene, debería ampliarse el plazo un lustro. Por lo menos.

Martes, 8.45.- El banco exige firma presencial. El trayecto exhibe grandes vallas de olivares recalificados en nuevo futuro con piscina y chalets de lujo. Hasta las nueve menos cuarto de ayer había creído que nada envejecía más rápido que la valla de un candidato inesperadamente perdedor.

Martes, 8.46.- Nos para la poli. Es fama. Enseñamos la cita del bancario, sigan, sigan, servicio esencial. Nos falta el juez, el cura, el farmacéutico, la salida de misa de doce.

Martes, 9.05.- Bombardeo de memeces publicitarias de la casa de la pradera social corporativa. Echo infinitamente de menos a Leopoldo que te baja el toldo.

Martes, 9.10.-  Muy de niña, conocí a Landelino Lavilla, siempre diputado cunero por Jaén, no recuerdo si en María la Guarra, papas con huevos fritos y aquellas primeras risas predemocráticas. Las derechas, conscientes de nuestros analfabetismos andaluces nos socorrían con juristas ilustrados de Lérida (Ilerda, Lleida). Landelino meaba colonia y hablaba adverbialmente, como los abogados así nacidos Contra (la opinión de) Cercas. Siempre he pensado que aquellas gentes de la Ucedé estaban fumados: les pegabas una hostia en los periódicos y te invitaban a comer. La necrológicas han sido, como siempre, amables. Lo utilizaron para matar a Suárez. Y se dejó. Ahí empezó a morirse el centro.

Martes, 12.25.- Las izquierdas sedicientes republicanas de ahora creen que sus troncos ideológicos originarios del 36 profesaron aquella fe hasta el martirio. Una muy amiga, que vive de esa (por ponerme estupenda) construcción ideológica, me felicita el 14 con aquella bandera tan de los setenta. Como es feminista militante, tiro por la calle de Clara Campoamor, tan citada desde la ignorancia, cuando abandona Madrid antes de que la fusilen lo que ella misma llama “errores populares”. Transcribo: “El resultado de la Guerra Civil en el terreno de las armas (escribe en 1936) queda todavía lejos…Pero por desgracia la víctima de esa lucha será la República plesbicitaria de 1931 y sólo en ella albergábamos la esperanza de una renovación democrática y social”. Total, que estas son las horas y no me ha contestado el guasap.

Martes, 15.55.- Raro consenso y homenaje a Monteseirín en la sobremesa. Dos botellas de risas. Los mismos radicales que se opusieron ferozmente a la peatonalización de la calle Asunción y ahora la disfrutan con la displicencia de los propietarios que se forran (ban?) con la gentrificación , son los que se pasan con la chacha y los niños a la aplicación “rusa” de Télegram. Son los fachas (Vox) de los Remedios que le ganaron a los suyos (PP) de toda la vida. Creen, no sin razón, que ser ricos ya es suficiente ideología.

Martes, 16.45.- Aznar autoriza a Casado a que hable con Sánchez. Con pública ostentación de su autoridad. No me imagino a Soraya (¿qué Soraya?) de rodillas recibiendo instrucciones faes. Seguramente la culpa la tuvo Landelino, que en paz descanse. Entregó los restos del centro a Fraga y Fraga a Aznar y Aznar a sí mismo con los pies por delante.

Martes, 20.00.- Una lluvia mansa, un aplauso manso, el peso de la emoción convertida en costumbre.