Era muy esperada la intervención en el XVI Congreso del PP de Andalucía del secretario nacional del partido, Teodoro García Egea, cuyo enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso a cuenta de la presidencia del PP madrileño preocupa entre los barones territoriales como el andaluz Juan Manuel Moreno, que necesita un partido lo más cohesionado posible ante un calendario electoral que posiblemente acelerará los tiempos previstos.

Antes de emplearse a fondo contra el Gobierno de Pedro Sánchez, que lo único que quiere “es sacarle brillo al sillón de presidente”, el número dos de Génova se extendió impúdicamente en la adulación a Moreno y a su Gobierno, aunque no olvidó mencionar que éste fue posible gracias a que el PP supo "poner de acuerdo a dos partidos que no se hablaban entre sí", en alusión a Vox y Cs. Casualmente, quien negoció aquel pacto que hizo posible el primer Ejecutivo conservador en Andalucía fue… Teodoro García Egea.

Si el día anterior Díaz Ayuso había a aconsejado a Moreno que “volara libre y tomara sus propias decisiones”, este sábado García Egea replicaba, sin nombrarla, a la líder madrileña diciéndole esto al presidente andaluz: “Juanma, tú eres libre, no tiene que venir nadie a decirte qué tienes que hacer”.

La pugna no siempre sorda entre Génova, sede central del PP, y la Puerta del Sol, sede del Gobierno de Madrid, ha tenido uno de sus escenarios colaterales en Andalucía, con Egea maniobrando en la oscuridad y, supuestamente, utilizando al tránsfuga de Cs Fran Hervías, enconado enemigo del vicepresidente de la Junta Juan Marín, para debilitar la posición de los naranjas en Andalucía y propiciar así un adelanto electoral.

La mayoría de observadores opina que Casado desea elecciones cuanto antes en Andalucía; y lo desea por dos buenas razones: porque, tras la de Madrid, una nueva victoria territorial allanaría su camino hacia la Moncloa; y porque un triunfo del partido en una comunidad tan importante como la andaluza devaluaría la victoria de Ayuso en Madrid, que Génova sí podría entonces atribuir a la pujanza de las siglas PP y no solo al carisma de Ayuso.

Por lo demás, el grueso de la intervención de García Egea –que fue recibido con muchos aplausos aunque bastantes menos que ayer a Ayuso– transcurrió sobre raíles ya conocidos: la desgracia de los españoles por tener “el peor Gobierno de la democracia”; el despilfarro en ministros y asesores (“cuando lleguemos a la Moncloa reduciremos el Gobierno a la mitad”); la inminencia de una victoria de Casado; la insoportable presión fiscal del Ejecutivo; la definición del PP como “el partido de las promesas cumplidas”; el talento inconmensurable de Juanma Moreno para haber situado a Andalucía “a la cabeza de España” en creación de empleo (se sobreentendía la elevada tasa de paro juvenil andaluza entraría en el paquete del desempleo de los jóvenes en toda España, cuyo único culpable es Sánchez).