El Hospital Militar que Juanma Moreno abrió durante la pandemia a bombo y platillo cosecha numerosas denuncias por parte de los sindicatos y los sanitarios que ya confirman la tragedia: “No hay precedentes de que en un hospital se cierre la UCI”.

El actual Doctor Muñoz Cariñanos (nombre que recibe el Hospital Militar en honor al doctor asesinado por ETA) fue abandonado el pasado jueves por el único paciente que permanecía ingresado en la UCI. Su alta augura la clausura de este servicio que a partir del 1 de mayo dejó de estar operativo.

La decisión preocupa a los trabajadores del centro y a los sindicatos del sector que se han organizado para recoger firmas y reclamar la restitución de la UCI pues es vital para la seguridad de los pacientes ingresados, principalmente los que sufren cirugías.

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La Junta de Andalucía sostiene el argumento de que no se trata de un cierre sino de “una reorganización y gestión de recursos” derivada de la falta de pacientes ingresados “con el perfil de complejidad acorde con este recurso”. En caso de existir, volvería a estar “operativa esta unidad” porque “no es un recorte, se trata de optimizar recursos”, ha insistido Ramón Fernández-Pacheco, portavoz del Ejecutivo regional.

Por el contrario, los sanitarios y sindicatos coinciden en que estas declaraciones esconden una escasez de recursos económicos y de personal que no es otra cosa que una falta de compromiso y proyección por parte del Gobierno de Juanma Moreno.

La recuperación del edificio dio servicio durante la pandemia atendiendo a enfermos respiratorios, pero después no se ha mantenido con la idiosincrasia propia de un hospital. El proyecto fue la joya de la corona de un presidente popular al que sirvió para demostrar su compromiso con la sanidad pública andaluza (fue inaugurado hasta en cuatro ocasiones, cada vez que se incorporaba un nuevo servicio), aunque en realidad siempre ha dependido del Hospital Virgen del Rocío lo que implica que su organización y funcionamiento está condicionada por la presión hospitalaria a la que obedece.

Cuando Virgen del Rocío informó del cierre previsto de la UCI del Hospital Militar, presenció concentraciones en sus puertas por parte de los representantes sindicales exigiendo explicaciones: “No disponía de una cartera de servicios adecuada” para atender otras patologías que no sean la de los propios pacientes con problemas respiratorios (que son los que en un primer momento fueron derivados a la unidad de cuidados intensivos durante la pandemia).

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Sin embargo, fuentes sindicales advierten que en esa unidad se han tratado casos de pacientes que padecen patologías distintas, y que es necesario que la UCI esté operativa por si hubiese problemas durante la realización de pruebas diagnósticas.

Reyes Zavala, secretaria provincial en Sevilla del sindicato de enfermería Satse, está haciendo un llamamiento a los sevillanos y sevillanas, así como a los profesionales sanitarios contra el cierre de la UCI: “La decisión es grave porque pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos y por eso estamos informando a los pacientes y recogiendo firmas. La unidad se abrió en 2021 para enfermos de Covid, pero estamos en 2024 y el hospital debería haber progresado adaptándose a los nuevos servicios”.

Cuatro inauguraciones. Un hospital. Cero contrataciones

El presidente de la Junta inauguró por primera vez en febrero de 2021 la reapertura del antiguo Hospital Militar de Sevilla. En esta primera fase, tuvo lugar la reconversión en el Hospital de Emergencia COVID-19. Se pusieron en marcha siete de las 13 plantas con las que contaba el edificio, en torno a un 50% del espacio disponible. Las primeras obras comenzaron en agosto de 2020 con el fin de combatir la pandemia.

Un año después, en febrero de 2022, los populares volvieron a inaugurar la segunda fase del proceso. En este caso fueron tres nuevas plantas con una inversión de “52 millones” según compareció el presidente.

En abril del mismo año, Juanma Moreno volvió al hospital anunciando su compromiso con las obras de acondicionamiento del recinto: “una nueva área quirúrgica con 17 quirófanos, 25 camas UCI y 42 puestos para la Unidad de Recuperación”.

La cuarta y última fase inaugurada antes del fatal devenir tuvo lugar el 20 de marzo de 2023 contando “con todos los servicios previstos” que incluía “375 camas, una planta de cirugía con diez quirófanos, una Unidad de Hospitalización Breve de Salud Mental” entre otros servicios.

74 millones de inversión convertidas en papel mojado

Las cinco nuevas salas de endoscopia para combatir la lista de espera, junto a las promesas del presidente de la Junta, además de sacrificar el funcionamiento de otras alas del Hospital General Virgen del Rocío y comprometer el traslado de sus profesionales de un centro a otro, supone una “falta de respeto a los pacientes” porque en palabras del SMS, Sindicato Médico de Sevilla, “se está engañando a la población” por la ausencia de una plantilla propia en el hospital. “No se atienden más pacientes, sino que, simplemente, se atienden en un lugar diferente”, denuncian.

La organización sindical considera urgente movilizar a la población con el fin de parar el sacrifico que los ciudadanos y los profesionales están pagando en aras de la mera propaganda política. “La salud está por encima” es el lema al que atiende el SAS, Servicio Andaluz de Salud, en defensa de la salud del paciente.

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