Fue la sensación de las redes sociales en febrero de 2016 cuando fue detenido por fabricar armas caseras y mostrar por internet el modo de fabricarlas. Hoy ha sido juzgado pero él se ha defendido diciendo que las armas no funcionaban y que sus vídeos estaban “editados y manipulados” para así conseguir más visitas, pero el Ministerio Fiscal no cree una palabra: pide para él cinco años de cárcel.

El tribunal que lo juzga tendrá que decidir si se trata de un peligroso fabricante de armas o simplemente de un habilidoso carpintero que se pasó de listo para obtener rendimiento comercial. "La gracia de los vídeos era que llamaran la atención y se viralizaran para así conseguir más reproducciones y de paso obtener más ingresos”, declaraba Alejandro Castro, de 48 años y padre de tres hijos.

Drak Preppers en acción

El canal de Castro, donde se presenta como un "amante de la tecnología y manualidades en general", se llama Drak Preppers, en alusión a Drácula, un personaje por el que al parecer siente fascinación. De hecho, entre sus realizaciones más logradas figura hay una 'ballesta caza vampiros' o una 'estaca para vampiros y licántropos'. 

En todo caso, según la prensa local, la afición a las manualidades le viene de su padre, carpintero de profesión, y él mismo, antes de saltar a la fama, era conocido en Marmolejo por hacer cocinas, negocio en el que también inició a uno de sus hijos. 

Otra detención

El caso es que la de 2016 no fue su única detención. En 2013 ya fue detenido por la Guardia Civil por explicar detalladamente en su canal de Youtube cómo construirse, por ejemplo, una pistola de siete disparos utilizando simplemente una caja de zapatos y gomas del pelo. Castro jugaba con fuego y al final se quemó.

Los beneficios obtenidos, según el cálculo del fiscal, ascendieron a 48.000 euros. El hecho de que buscara los servicios de un traductor para traducir al árabe las instrucciones con que acompañaba las imágenes hizo aumentar aún más las sospechas policiales. Aun así, el insistió e insiste en su inocencia: las armas, ni funcionaban ni eran operativas.

Ocho meses de preventiva

Ni la Policía ni el juez que llevó la instrucción creyeron su inocente versión y por eso pasó ocho meses en prisión preventiva. Quedaría en libertad provisional por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Andújar a condición de que cerrara su canal y retirara los archivos de la red. Sin embargo, el canal sigue abierto y cuenta nada menos que con 959.585 suscriptores, si bien los contenidos que difunde son vídeos y tutoriales para fabricar 'armas de juego', como pistolas lanza dardos o ametralladoras de gomitas.

Para la Policía lo que hacía Castro no era un simple juego, sino algo muy peligroso: "Las armas son armas aunque estén desactivadas", declaraba en el juicio el responsable policial de la investigación.

El argumento de la defensa

La defensa de Castro sostiene que no se puede condenar a alguien por unos vídeos que son "una ficción y que están hechos con efectos especiales”, por lo cual no se debería haber ido más allá de una sanción administrativa por la fabricación de armas blancas, en su mayoría prohibidas.

No lo ve así, desde luego, la Fiscalía, que explícitamente lo acusa de publicar vídeos "en los que fabricaba de forma casera o artesanal armas ilegales y prohibidas a la vez que explicaba los pasos y procedimiento a seguir para su fabricación, haciendo demostraciones de su correcto funcionamiento una vez construidas, todo ello sin disponer de licencia de armas y de cualquier tipo de autorización para fabricarlas".

Todo un arsenal

En el registro de su casa que la Policía hizo en 2016 los agentes encontraron de todo: armas prohibidas, piezas fundamentales de armas de fuego, precursores de explosivos, un lanzagranadas artesanal, una pistola eléctrica, ballestas metálicas, navajas indetectables para sistemas de seguridad, una olla exprés, cuatro arcos metálicos, un fusil simulado, varios láser y placas de matrícula sustraídas.