Los ecos de las movilizaciones de las mujeres andaluzas en el día de ayer en distintos puntos de Andalucía por la crisis en el cribado de cáncer de mama han resonado en el Parlamento andaluz, con una expectación inédita a la llegada del presidente a la Cámara. Las mujeres clamaron en las calles lo que hoy la oposición ha replicado y dirigido hacia Moreno, subrayando la "incompetencia” y “negligencia” del presidente andaluz ante tamaña crisis.
La defensa del presidente, no obstante, ha sido reiterativa, escudándose en un bulo que el PP está utilizando para tratar de taponar el escándalo nacional al que ha escalado. La defensa de Moreno redunda en una supuesta eliminación en el protocolo de 2011, elaborado por María Jesús Montero, entonces consejera de Salud de la Junta de Andalucía, de los plazos de información a la paciente. Algo que no es cierto.
El Proceso Asistencial Integrado (PAI) de 2011 es una actualización del PAI de Cáncer de Mama y Detección Precoz del Cáncer de Mama de 2005, según la propia Consejería. De hecho, este último es el que marca los plazos en el primero. Respecto al de 2011, en el Anexo 1 se dispone la Hoja de Ruta del Paciente, donde se incluye que habrá un proceso de “información continua” entre paciente y profesionales. En el mismo, se explica que también se informará al paciente del “resultado del estudio, diagnóstico y alternativas de tratamiento”. Y, sobre los posibles hallazgos benignos, los que según Moreno no se informaban por “no generar ansiedad”, “si procede la realización de biopsia percutánea, se informará de manera clara y precisa del estudio a realizar, riesgos, beneficios y alternativas”, entre otras alusiones que pueden comprobarse.

Por tanto, la actualización de 2011 lo que hace es reforzar el de 2005, que es el que marca los plazos. Sin embargo, es lo que Moreno ha esgrimido, cada vez que le han interpelado sobre sus desafortunadas declaraciones desde la oposición. Y si el problema es el protocolo, “¿Por qué todos los problemas se reducen en su mayoría al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla?”, le ha preguntado la portavoz socialista, María Márquez, para evidenciar la incongruencia en la defensa del presidente.
El líder popular arguye que el fallo no solo es el protocolo, que “no marca plazos”, sino que la mayoría de los casos se han detectado en el hospital sevillano, problemas a los que también pondrá solución.
“No hay un protocolo que diga que hay que ocultar la información sobre su enfermedad o vida. No existe. El problema es el colapso del sistema que llevamos denunciando años”, ha subrayado Márquez: “¿Ahora sí pueden contratar radiólogos, por qué? Y el problema, ¿solo es un hospital? Eso es mentira, se da en todos los hospitales y no solo por el cáncer de mama”.
De hecho, Márquez ha explicado que la polémica desatada la última sesión de pleno, donde Moreno negó que hubiera listas de espera de cáncer, venía marcada por una experiencia personal, donde su padre padece esta enfermedad y “tuvo que ir a la privada para hacerse una prueba porque no encontraba respuesta en lo público. Un año se ha tirado esperando tratamiento”, ha lamentado.
Moreno continúa escudándose en frases tergiversadas y sacadas de contexto de un protocolo que no elimina el plazo de información y también ha contado que su padre falleció en la pasada década cuando aún no había protocolo para el programa de cribado de cáncer de colon en Andalucía. Por eso, el presidente asegura que trabaja con “empeño y determinación” de “mejorarlo”. Así, Moreno ha “lamentado profundamente” los errores en el cribado, aún así recalca que el 99% de los cribados han “funcionado bien”.
La portavoz socialista, por cierto, que ha anunciado un recurso al Tribunal Constitucional pidiendo amparo ante la indefensión que siente porque el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre, lleva vetando durante dos años un debate monográfico sobre sanidad en el pleno andaluz porque “no se dan circunstancias excepcionales”.
Una errata que delata
Tal es la confusión con el protocolo de 2011, que el propio presidente, tratando de escudarse en el mismo leyó una frase, también descontextualizada, pero que en este caso le quitaba la razón. Así, Moreno leyó de la página 14: “Rapidez diagnóstica para disminuir la ansiedad innecesaria de los pacientes”. Esta respuesta, que fue aplaudida mecánicamente por los diputados del PP, precisamente le da la razón a la oposición, y es que había que informar, no ocultar la información, para no generar ansiedad en los pacientes.

Esta respuesta tenía la intención de responder a la pregunta realizada por la diputada de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, que describió la situación como un “horror general”, después de “obtener la misma respuesta que llevamos obteniendo durante los últimos años cada vez que la oposición ha señalado la deriva del SAS”.
Nieto ha acusado a Moreno de “desecar el SAS”, poniendo en duda que el presidente “no supiera” ante un “grado de negligencia” como el que ha acabado siendo, aunque como se ha advertido en diferentes ocasiones, podemos estar aún en la “punta del iceberg”. Por último, Nieto ha animado a Moreno a que “publique las listas de pruebas diagnósticas que sí publican otras 12 comunidades”, una lista en la que reside el problema, según han denunciado oposición, sindicatos y asociaciones de salud.
Según Moreno, la interpelación de Nieto “falta a la verdad”, porque el protocolo sí habla literalmente de “ansiedad”, aunque no sea en los términos que el presidente ha defendido. Además, Moreno ha negado los ataques de privatización de la sanidad: ¿El sistema de salud tiene errores? Sí. ¿Se puede mejorar? Sí. ¿Es grave lo ocurrido? Sí. ¿Es verdad que haya privatización? No”.
El presidente andaluz habla de “soflamas ideológicas” las acusaciones de privatización desde la oposición porque “no son reales”, aunque tal y como publicó ElDiario.es en octubre de 2024, en tan solo un año la Junta de Andalucía adjudicó a dedo 1.225 millones de euros a la sanidad privada.
Camino del cuarto consejero de Salud
En última instancia, el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, inició su intervención de con un audio que el Presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, no le dejó reproducir. Era un testimonio de una mujer con cáncer afectada por los fallos en el crinado. García realizó hasta 12 preguntas a Moreno después de acusarle de “mentir” en su versión sobre lo que ha ocurrido o está ocurriendo en esta crisis.

De estas doce preguntas, Moreno no aludió a ninguna de ellas en su respuesta, donde remitió a García a la comparecencia que realizó el día anterior para anunciar la dimisión de la consejera y presumir de que el 99% de los cribados se llevan a cabo con éxito. Además de anunciar el plan de choque que la Junta ha anunciado y al que desinará hasta 12 millones de euros y que contempla la contratación de profesionales y cambios organizativos que no ha explicado.
García le reprochó haber “roto” la “confianza” de las andaluzas después de decir hace dos semanas que no había listas de espera del cáncer: “¿Mintió hace dos semanas o mintió ayer?”. Además, García ha recordado que ya es la tercera consejera de Salud de la que Moreno prescinde en apenas 8 años de mandato. El primero, Aguirre, “lo premia como presidente del Parlamento”, la segunda, Catalina García, como consejera de Medioambiente, “¿con qué va a premiar a la tercera?”.