Granada Laica no quiere que el gesto inusualmente aconfesional hecho por el equipo de gobierno de la ciudad sea flor de un día. La asociación “celebra y apoya” la propuesta del Ayuntamiento de Granada de que el festivo local que queda libre en 2022 sea el 26 de mayo, en conmemoración de la heroína democrática Mariana Pineda, y no el día de la ofrenda floral a la Virgen de las Angustias.

El pasado 13 de spetiembre, la comisión municipal de Cultura, Patrimonio, Derechos Sociales, Igualdad, Deportes y Accesibilidad apoyó la propuesta del equipo de gobierno local, que preside el PSOE, para que el festivo local que queda libre en 2022 por ser domingo el Día de la Toma, el 2 de enero, pase al de Mariana Pineda, el 26 de mayo.

Tanto el PP como Vox se mostraron en contra de que el festivo no se pasase al 15 de septiembre, cuando se celebra la ofrenda floral a la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad. La portavoz adjunta del Grupo Popular, Eva Martín, lalmentó que "el Gobierno tránsfuga de Francisco Cuenca siga con su objetivo de imponer" como festivo local la fiesta de Mariana Pineda en lugar de "rendir todos los homenajes posibles a nuestra Patrona".

Igualmente, la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Granada manifestó su "decidido apoyo" a que la celebración patronal dedicada a la Virgen de las Angustias sea considerada como día festivo, entendiendo que además en 2022 se conmemora el cuadragésimo aniversario de la primera ofrenda floral de la ciudad.

En cambio, la Plataforma Granada Abierta aplaudió la decisión de declarar fiesta local el 26 de mayo de 2022 y recordó que llevaba 20 años reivindicando que el día de Mariana Pineda sea festivo local.

Granada Laica también ha entrado de lleno en el debate con un contundente comunicado en el que argumenta en estos términos su propuesta, acorde con la Constitución, de dar prioridad a las festividades laicas frente a las confesionales:

“Nos parece que hay pocas dudas de que la efeméride de Mariana Pineda atañe a toda la ciudadanía, pues se trata de una celebración democrática común, independiente de la ideología política de cada cual (salvo que, claro, ésta sea de signo antidemocrático) y de las creencias o increencias que se sostengan (salvo que sean de carácter fundamentalista). En cambio -añaden- la alternativa de la Virgen de las Angustias es de signo confesional, por lo que, además de contravenir la aconfesionalidad del Estado, tiene carácter excluyente para quienes no profesan ciertas creencias religiosas”.

Como ha defendido en otras ocasiones aunque sin mucho éxito entre las autoridades locales, “en los asuntos públicos, no debe importar que los creyentes católicos sean una mayoría o no (de hecho, cada vez son menos numerosos), ni deben ser decisivas las tradiciones, que deben rechazarse cuando discriminan por ‘razones’ de orientación sexual, ‘raza’,… o creencias. La laicidad de todas las instancias del Estado —incluidas las municipales— es indisociable de la democracia”.

Por todo ello, Granada Laica defiende la fiesta local de Mariana Pineda “no sólo en 2022, sino con carácter permanente, frente a las alternativas de tipo confesional o excluyente, como son la del 2 de enero (día de ‘la Toma’) y las festividades religiosas en general”.

Aunque la asociación se congratula por la propuesta del equipo de gobierno, dice “no entender que el propio Ayuntamiento continúe exhibiendo comportamientos confesionales a lo largo del año, mediante votos a entes religiosos, medallas a Vírgenes, asistencia a misas y procesiones, donaciones a cofradías, etc., etc. El culmen anual del confesionalismo público -recuerda Granada Laica- se produce cada mes de septiembre, precisamente con los honores a la Virgen de las Angustias. La lista de cargos y representantes del Estado que un año más rinden honores a la Virgen de las Angustias faltando al respeto al conjunto de la ciudadanía de Granada (buena parte de ella no es católica, y parte de la católica se siente ‘invadida’) y contraviniendo la aconfesionalidad estatal es muy larga”.

Recalca Granada Laica que, según el programa de cultos de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, la lista de autoridades involucradas en la celebración religiosa “incluye, además de al Ayuntamiento de Granada, a la Subdelegación del Gobierno, Guardia Civil, Policía Nacional, Agencia Tributaria, Instituciones Penitenciarias, Fiscalía, Tribunal Superior de Justicia, Fuerzas Armadas (MADOC incluido),… Y en la lista negra confesional tampoco faltan los Bomberos ni Corporaciones de Derecho Público como algunos Colegios Oficiales (Médicos, Farmacéuticos, Enfermería, Notarios, Abogados,…). Todos ellos ignoran (o desdeñan) que hay que respetar las diversas convicciones de las personas evitando favorecer (o desmerecer) a unas u otras de cualquier modo y, desde luego, prescindiendo de participar a título público en sus legítimos actos privados, como misas, procesiones, ofrendas u otros”.

Aclara finalmente el comunicado que, “por supuesto, esas mismas personas a título particular pueden legítimamente, en base a su libertad de conciencia, participar o no en los rituales que deseen. En cambio, cuando se inmiscuyen en ellos como servidores públicos, involucrando instancias de la Administración del Estado, o declaran festividades de carácter religioso, faltan gravemente a su deber de servir a toda la ciudadanía por igual. Exigimos laicidad en pro de la igualdad de derechos y de una mejor convivencia democrática”.