Cierto es que respiran aliviados ya que tras las elecciones andaluzas, casi todos llegaron a la conclusión de que Arenas había tocado fondo electoralmente en Andalucía y que su figura estaba claramente amortizada. El del Olvera había pasado “en horas 24” -como le gusta decir a él- de ser parte de la solución a convertirse en la raíz del problema. Por ello ahora los dirigentes provinciales prefieren pensar que la figura del alcalde de Sevilla al frente del partido es una solución de transición y que el reto está ahora en parar el poder del aparato sevillano en el próximo cónclave regional del mes de julio y conseguir un número dos, el secretario de Organización, de consenso, carismático, dialogante y que pueda ser un candidato con posibilidades a la presidencia de la Junta de Andalucía en 2015.

Vivir de ilusiones
En el fondo los populares andaluces prefieren seguir viviendo de ilusiones y de hipótesis. Igual que se mantuvieron anclados durante estos dos últimos años en la tesis de que Arenas sería Presidente de la Junta, ahora creen estar seguros que el gobierno de coalición PSOE-IU no podrá agotar la legislatura y por ello hay que moverse ya para preparar un candidato. Puede que el tiempo le rompa también este mar de ilusiones tal vez infundada y sea antes el Gobierno de Rajoy quien deba anticipar las elecciones antes que el de Griñán.

Sevilla, el epicentro del poder y de las suspicacias
La situación por provincias comenzaría en el PP sevillano. Ahí está el epicentro de los movimientos internos y críticos. Los líderes de las siete restantes provincias siempre han visto con recelo el omnímodo poder otorgado al aparato del PP hispalense. En teoría siendo cooptado Zoido a la presidencia regional, las aspiraciones de esta territorial estarían más que satisfechas. Pero en Sevilla ello no lo ven suficiente. En realidad les gustaría que José Luis Sanz, alcalde de Tomares y presidente del PP de Sevilla fuera el número dos del regional. Ello no lo van a consentir los dirigentes de las otras siete provincias porque rompería totalmente el equilibrio.

Lucha por el número dos
Así las cosas es comprensible la lucha por conseguir colocar al número dos porque en ello le va la vida a muchos. La gran aspirante a instaurarse en la segunda plaza de la pool position popular es Málaga. Pero ocurre que esta territorial es un foco tricéfalo en aspirantes. Por un lado la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, nunca ha disimulado ni sus diferencias con el “régimen” de Arenas ni sus aspiraciones políticas mucho más ahora que ha sido relegada de su puesto como portavoz parlamentaria al ostracismo de la mesa del Parlamento. El problema para Oña es su falta de apoyos en el partido donde el aparato se encargó de desacreditarla. En todo caso Oña estará en las cocinas donde se horneen los cambios.

Málaga, la segunda en el aparato regional
Dos aspirantes malagueños más a número dos del PP andaluz serían el actual presidente provincial, Elías Bendodo y Juan Manuel Moreno Bonilla, secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad con Ana Mato. El primero tiene a favor su control en la poderosa organización malagueña. En su contra su desmedida e indisimulada ambición personal percibida ya como un elemento negativo al integrar la lista de los denominados “Jóvenes turcos” del PP, grupo con poder real pero con más deseo de incrementarlo. Otra baza negativa es que ostenta el cargo de presidente de la Diputación malacitana.

Moreno Bonilla, el hombre de Rajoy y Arenas
Sin embargo Juan Manuel Moreno Bonilla suscita muchas más simpatías tanto en Málaga como en el resto del PP andaluz. Su carácter más sencillo, comunicativo y mayor dosis de inteligencia y capacidad política que Oña o Bendodo, lo situarían en la parrilla de salida y no se descarta que pudiera ser el próximo cabeza de cartel para la presidencia de la Junta. Tiene además el respaldo personal tanto de Rajoy como del propio Arenas.

Córdoba: Nieto sin apoyos en Andalucía
Otro aspirante con perfil conciliador y apoyo de Javier Arenas es el actual alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto. Alcalde y parlamentario andaluz, en distintas ocasiones ha sonado como el tapado del hasta hace poco líder regional del PP. En detrimento de sus aspiraciones destaca que no es un hombre que se haya movido políticamente en el resto de las provincias y que carecería en la recta final congresual de apoyos para alcanzar la segunda posición.

El frente oriental
Desde Andalucía oriental provienen parte de las maniobras conspiratorias cara al Congreso regional. De allí proceden dos figuras emergentes y con gran protagonismo actualmente: el granadino Carlos Rojas, ex alcalde de Motril nombrado recientemente portavoz del PP en el Parlamento andaluz en sustitución de Esperanza Oña. La otra alternativa estaría en la almeriense Carmen Crespo, ex alcaldesa de Adra y actual Delegada del Gobierno en Andalucía. Ambos son de la confianza de Javier Arenas. En este momento ambos no tienen decidido si darán el paso o prefieren “empotrarse” en sus relevantes cargos para buscar mejor ocasión en el futuro y aspirar a ocupar el Palacio de San Telmo. Probablemente si uno de ellos se decidiera a darlo ahora, el otro/a también presentaría sus credenciales.

El granadino Sebastián Pérez, valor en alza
Y en esa clave, si Rojas diera el paso, el actual presidente provincial del PP granadino y al mismo tiempo de la Diputación, Sebastián Pérez, le plantaría cara al motrileño y podría presentarse como alternativa. Pérez no tiene unas buenas relaciones con Rojas y podría actuar de cortafuegos a las ambiciones calladas de Rojas. Aunque lo cierto es que con Zoido en la presidencia del partido y Carlos Rojas en la secretaría de organización, Javier Arenas podría irse tranquilo a Madrid, porque habría conseguido como en el tiempo de Teófila Martínez, dirigir el partido con el mando a distancia por la fidelidad de ambos.

Huelva, Jaén y Cádiz, sin poder en el PP andaluz
Por último sin posibilidades por su escasa influencia en el aparato regional del PP se situarían Huelva, Jaén y Cádiz. A la falta de líderes destacados (Teófila Martínez en Cádiz y el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, son estrellas que se apagan y en el final de su carrera política), cuenta que en Huelva y Jaén, los socialistas siguen siendo vencedores en las autonómicas y el PP no logra la hegemonía. Estas tres provincias no cuentan por tanto en el tablero de poder del Partido Popular.

Campo de batalla
Esta es la situación que viven los populares andaluces y que de cara al congreso regional, de no mediar la filigrana política de Zoido, la mano izquierda y el consenso, promete abrir una crisis interna. Son muchas las provincias y muchos a los que contentar. Y está claro que tan solo son dos los cargos de especial importancia e influencia. La situación que heredan los delfines de Arenas no es el mejor de los escenarios. Tras mucho tiempo callados, en clandestinidad crítica, la “espantada” de Arenas ha abierto el campo a los barones y éste más que un terreno abierto al debate puede ser eso, un campo… pero de batalla.