Se le multiplican los problemas al titular de Salud de la Junta de Andalucía, Aquilino Alonso, y por extensión al propio Gobierno que preside la socialista Susana Díaz. Las protestas populares que comenzaron semanas atrás en Granada se han extendido este domingo a Huelva y Málaga, además de repetirse por tercera vez en Granada. Aunque los problemas en cada provincias son distintos, el nexo común de las protestas es la infradotación hospitalaria.

De nuevo la mayor concentración se produjo en Granada, donde la cifra de participación difundida por la Policía Local de la ciudad, gobernada por un alcalde socialista, se situaba entre 40.000 y 45.000 personas. Las cifras de Huelva y Málaga eran menos contundentes: mientras en la capital de la Costa del Sol el número de participantes oscilaba entre los 1.000 según la Policía Local, los 3.000 según la Subdelegación del Gobierno en Málaga y los inverosímiles 12.000 según la organización, en Huelva las cifras ofrecidas también fueron muy oscilantes pero, dado el tamaño más modesto de la ciudad, demuestran el importante grado de rechazo ciudadano a la política hospitalaria de la Junta (13.000 personas según la Subdelegación del Gobierno y 4.000 según el Ayuntamiento del PSOE).

Dos hospitales en Granada

En Granada los ciudadanos volvieron a exigir "dos hospitales completos" con cartera de servicios diferenciada y urgencias finalistas. Es lo que decía el manifiesto leído al término de la manifestación por el doctor Jesús Candel, convocante de la misma a través de las redes sociales, donde se le conoce como 'Spiriman'.

"No represento a ningún partido político y nunca lo haré", decía Candel, que reclamaba la dimisión del viceconsejero de Salud, Martín Blanco, porque 40 días después de la primera manifestación “no se ha hecho nada” y acusaba a la Junta de "abandonar un formato humanista de hacer medicina" cuando "el mejor de los recursos es el humano".

El PP se vuelca en Málaga

En la marcha convocada para exigir mejoras en la sanidad pública de Málaga se pudieron escuchar proclamas como "Ni izquierda ni derecha, queremos sanidad", "La sanidad no se vende, se defiende" o "Por una sanidad digna para Málaga". Aunque partidos y sindicatos no se habían sumado oficialmente a la protesta, el PP fue el partido que más cargos públicos movilizó ‘a título personal’, como el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP); el presidente de la Diputación y del PP de Málaga, Elías Bendodo; las parlamentaria andaluzas 'populares' Esperanza Oña y Patricia Navarro. También estuvo el diputado de Podemos por Málaga Alberto Montero o el concejal de Ciudadanos Juan Cassá.

A pesar de que los recortes de personal han venido dictados en gran medida por le Gobierno central del PP, Bendodo cargó directamente contra la Junta: "Desde que empezó la crisis, el Gobierno andaluz ha despedido a más de 7.500 profesionales del sector, y es que el socialismo de la Junta tiene a la sanidad como última de sus prioridades ".

Los manifestantes pedían la construcción del tercer hospital para Málaga capital, los hospitales comarcales (Chares) de Mijas y Estepona, la apertura completa del Hospital de Ronda y la ampliación del Hospital Costa del Sol.

Huelva sale a la calle

El movimiento ciudadano 'Huelva, por una Sanidad Digna', liderado por la doctora Julia Paloma Hergueta, también hizo una demostración de fuerza para exigir, como en Granada, "dos hospitales completos".

Los manifestantes exigieron "una sanidad digna y frenar los recortes que está sufriendo la provincia de Huelva por parte del Servicio Andaluz de Salud, así como la fusión de los hospitales onubenses de Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena".

Los argumentos de Salud

La Consejería de Salud, por su parte, emitía una nota pública para expresar su "absoluto respeto a las reivindicaciones ciudadanas y profesionales" pero rechazaba “con rotundidad el mensaje catastrofista que algunos colectivos y partidos políticos están lanzando, especialmente el Partido Popular y Podemos, que van de la mano en este propósito, en un intento de desprestigiar la sanidad pública y favorecer el negocio de la sanidad privada".

La Consejería explicaba que "en Granada y en Huelva se está trabajando para avanzar en alcanzar acuerdos mayoritarios", y pide que "no se confunda a la población planteando en las reivindicaciones fines comunes cuando los puntos de partida en cada provincia son diferentes". En el caso de Granada, tras la reciente apertura de un hospital que ha supuesto una inversión superior a los 260 millones de euros, "están identificados los problemas, relacionados principalmente con la distribución de la cartera de servicios, pero también con áreas como las urgencias, pruebas diagnósticas y consultas".

Según la Consejería, en el caso de Huelva "se ha abierto una nueva etapa de diálogo para asegurar que la organización hospitalaria en la que se lleva trabajando más de tres años de la mano de los profesionales sanitarios, represente verdaderamente un aumento de la calidad de la asistencia y sirva para aumentar prestaciones, incorporar nuevos servicios y ofrecer una mejor cobertura a la población, evitando derivaciones y traslados de pacientes a otros hospitales fuera de la provincia".

En cuanto al caso de Málaga, el departamento que dirige Alonso aseguraba que la fusión hospitalaria “no ha existido nunca ni va a existir en un futuro, ya que el tamaño de la población lo desaconsejó en su momento" y recordaba que sólo este año se ha puesto en marcha el Hospital de Guadalhorce y que "en breve estará en funcionamiento el nuevo Hospital de Ronda", tras una inversión para ambos centros superior a los 70 millones de euros.