Las víctimas son Francisco Javier Guillén Enríquez, jefe del Servicio de Vigilancia y Salud Laboral, y Jesús María Peinado Álvarez, subdirector de Protección para la Salud de la Junta de Andalucía.

En el caso de Peinado, que ocupaba el cargo desde finales de 2016, se da la circunstancia de que había venido teniendo un papel relevante en las comparecencias públicas para explicar el desarrollo de la crisis sanitaria y alimentaria.

Según adelanta hoy ABC de Sevilla, los motivos de los ceses no han transcendido y la Consejería de Salud, cuyo titular Jesús Aguirre está siendo fuertemente cuestionado, ha declinado “valorar estos cambios”.

Las destituciones contrastan con la defensa cerrada que el Gobierno andaluz ha hecho de la gestión de la crisis, muy criticada por los partidos de la oposición y por las organizaciones de consumidores.

Ayer mismo, en el Parlamento, el presidente Juanma Moreno presumía de las numerosas sociedades científicas y profesionales que habría felicitado a la Junta por su gestión.