Los datos de paro del tercer trimestre son devastadores para el discurso triunfalista del Gobierno andaluz, cuyo presidente, cuando en abril se conocieron los datos –entonces positivos– del segundo semestre, se lanzó sin paracaídas con un diagnóstico que 90 días después tal vez le haga sonrojar. Merece la pena rescatar los argumentos de entonces de Juanma Moreno:

 “Cuando uno tiene una hoja de ruta, las cosas funcionan, y por eso Andalucía lidera la creación de empleo (…) el dato de la EPA en España es demoledor y es el indicador más claro del fracaso de las políticas socialistas de Sánchez-Zapatero, mientras decenas de miles de españoles han perdido su empleo, en Andalucía se han creado 15.900 empleos (…) son dos modelos diferentes y hemos demostrado en tres meses que se puede poner orden en las cuentas públicas y dar confianza al talento para invertir”.

Un discurso tímido

Los excesos propagandísticos solo pueden cometerlos sin riesgo los partidos que no tiene opción de gobernar; los que, como el PP, sí la tienen se arriesgan a hacer el ridículo cuando la realidad les revienta el titular que habían propagado para apuntarse un mérito que, obviamente, no era suyo.

Hoy el presidente andaluz apenas ha hablado de los datos de paro. Mucho más prudente que en abril, Moreno se ha limitado a proclamar tímidamente: “Desde que llegamos al Gobierno andaluz e impulsamos reformas, hay un clima claramente favorable para el empleo”.

Tampoco ha hablado ningún peso pesado del PP andaluz. De trasladar la interpretación oficial de los datos se ha ocupado Erik Domínguez, portavoz de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo del PP-A y ex teniente de alcalde de la localidad jiennense de Guarromán. El hombre ha hecho lo que buenamente ha podido para vender como buenos unos datos en verdad poco halagüeños.

Los datos

Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el paro ha subido en 6.000 personas en el segundo trimestre en Andalucía, lo que supone un 0,73 por ciento más que en el trimestre anterior, lo que sitúa el total de desempleados en 835.500 personas,  Entre abril y junio se han creado en 29.700 empleos, un 0,96 por ciento respecto al trimestre anterior.

En España, en cambio, el paro bajó en 123.600 personas en el segundo trimestre del año, lo que supone un 3,7 por ciento menos que en el trimestre anterior, hasta situarse el total de desempleados en 3.230.600 personas. Aun así, este descenso del desempleo es inferior a los registrados en todos los segundos trimestres de los últimos seis años.

La tasa interanual

La única opción del PP y del Gobierno para vestir los malos datos de la EPA era acudir a los datos interanuales, aunque con el inconveniente argumental de que durante la mitad de ese periodo estuvo gobernando el Partido Socialista, al que, en rigor, habría que atribuirle cuando menos la mitad del mérito.

La información sobre la EPA publicada en la web oficial ‘Noticias de la Junta, se titulaba así: ‘Andalucía lidera el descenso del desempleo y recorta la tasa más de dos puntos en el último año’.

Otras EPAS

La EPA de julio de 2018 arrojó datos mucho más positivos, tanto en España como en Andalucía. El desempleo en España bajó en 306.000 personas y en Andalucía lo hizo en 65.400. Y todavía fue mejor el dato de este mismo segundo trimestre en 2017, cuando el paro bajó en Andalucía en 72.000 personas.

Paradójicamente, en enero pasado la fuerte reducción del paro andaluz en todo 2018 –bajó más de tres puntos, superando el registro del país– fue desdeñada por la flamante consejera de Empleo, Rocío Blanco, que se limitó a comentar con displicencia que no había que caer “en triunfalismos” y prefirió poner el acento en que la tasa andaluza todavía era 7 puntos mayor que la española.