Democracia Real Ya
Los ciudadanos que están en la calle “indignados” lo han dicho: no queremos la democracia así, no queremos estas políticas ni estos políticos, no queremos una justicia así, no queremos la dictadura de los mercados. Son muchos grupos los que conforman esa masa social indignada y por lo que hemos conocido por boca de sus representantes (no de uno que pasaba por allí) nadie ha pedido que no se vote. En Facebook han aclaro hoy lunes, 23 de mayo, el asunto: “En vista de ciertos comentarios, es necesario hacer varias aclaraciones:
1º) DRY [Democracia Real Ya] nunca ha promovido la abstención. Desde aquí se defiende la participación política, pero cada uno de vosotros es responsable de decidir libremente y en conciencia si ejerce el derecho al voto y el sentido del mismo
2º) Aunque no propugnemos la abstención, es necesario recordar a los partidos ganadores que gran parte de la población sigue manteniendo su indignación y desafección, por lo que no deberían considerar que tienen un cheque en blanco para gobernar: la ciudadanía sigue exigiendo cambios
3º) No aceptamos volver a la política del miedo basada en el axioma 'que viene el PP'. Si los partidos de izquierda no han sabido ilusionar y convencer a los votantes, es su responsabilidad. Nuestro deber es denunciar los desmanes en los que han incurrido todos los partidos, sean quiénes sean. Que estos aprendan de los errores cometidos”.
Lecturas de los partidos
Y yo estoy de acuerdo. El PP no parece darse por enterado: “Esto es democracia y no la de Sol”, gritaban las gaviotas en Génova 13 anoche. En el PSOE espero que se hayan dado cuenta y abandonen el aburguesamiento y la derechización, en la que incurren muchos de sus dirigentes y cargos institucionales, a los que en más de una ocasión dan ganas de decirles: “¿Pero quién coño te crees que eres?”. El socialismo es otra cosa y por eso hay que exigirle a este partido que se refunde.
El PP, como no se da por enterado, seguirá en su Gürtel, sus otras corruptelas, la crispación, la irresponsabilidad... La derecha es así.
Izquierda Unida crece, pero no exponencialmente, por lo que también ha de plantearse esa estrategia llamada IU en la que lleva 25 años, tras aniquilar el comunismo representado por Carrillo, que tiempo después quizá hubiera supuesto una opción a seguir por muchos indignados. La expulsión en los años ochenta de tantos comunistas de los que lucharon por la democracia durante la dictadura y la transición fue una escabechina que tiene un culpable: Julio Anguita (de orígenes falangistas y tradición militar franquista).
No obstante, Izquierda Unida lleva razón (no sólo en esto): la ley electoral es injusta y ha de ser cambiada. O el PSOE es generoso en este sentido o pondrá por siempre en bandeja de plata esta España al PP.
La generosidad también podría darse por parte de Zapatero, que advierte de la importancia de las reformas que lleva y seguirá llevando a cabo su partido; esta generosidad podría traducirse, no en un adelanto de las elecciones, como pide la derecha y algunos en el PSOE, sino en la cesión del testigo a su sucesor, Rubalcaba.
Andalucía
Javier Arenas se siente ganador en Andalucía, pues el PP ha obtenido el 39,36% de los votos frente al 32,22% del PSOE. Sin embargo, el PP no es mayoría. La suma de PSOE, IU y PA en votos sigue estando por encima de lo cosechado por los conservadores. Falta menos de un año para que se celebren elecciones autonómicas en esta comunidad, por lo que estos y otros partidos y candidaturas o se ponen las pilas o la derecha se hará con Andalucía y eso aquí suena mal y asusta.
Sin embargo, no es Javier Arenas quien gana y, de obtener la Junta, quien ganará. Es el PSOE el que se la pone en bandeja. Los socialistas han de tomarse en serio esta cuestión. Quizá quienes han hecho más daño al socialismo sean muchos socialistas que o se han aburguesado y derechizado o han nacido así, burgueses, derechones y no de izquierdas, pues. El PSOE necesita también aquí una reflexión profunda, empezando por la humildad, la aceptación de las críticas y algo que no estaría nada mal: deshacerse de los falsos socialistas. La senda en la que están es la del suicidio colectivo.
Huelva
En la capital onubense no ha ganado el PP. Simplemente, este partido no ha perdido la mayoría absoluta, pero se le han ido 3.000 votos por méritos propios. Su partido sube en España y el PP baja en Huelva y Moguer, dos poblaciones donde nadie que conozca la realidad social de estos municipios concedería un premio a la gestión de estos dirigentes locales. Al PP de Huelva capital no le ha hecho falta hacer una gran campaña ni usar de aval su gestión, ya que esta ha sido nefasta, con barrios dejados literalmente a su suerte. Lleva perdiendo concejales desde 1999, se ha quedado a las puertas de perder su mayoría absoluta y no se da por enterado: nada hacen mal (eso creen ellos). Muy aplicable es, pues, (conociendo su gestión y sabiendo, como anuncian, que todo seguirá siendo igual) la frase de Unamuno: “Venceréis, pero no convenceréis”.
El PSOE en esta ciudad ha fracasado. Le ha pasado factura la gestión de la crisis (y otras cuestiones) a nivel nacional. El PSOE ha perdido también 3.000 votos y, por tanto, un concejal.
IU es, objetivamente, una de las formaciones vencedoras. Ha obtenido un concejal más y ya van tres. Y digo una de las vencedoras, porque la Mesa de la Ría ha comenzado a escribir un nuevo capítulo en la historia democrática del Ayuntamiento de esta ciudad.
En mi análisis del sábado, aquí en ElPlural.com, hablaba de que el PP ganaría en votos, pero no obtendría la mayoría absoluta, que el PSOE e IU podrían pactar, y que la Mesa de la Ría era la única candidatura, además de las citadas anteriormente, con posibilidades de conseguir un concejal. Así ha sido, aunque el PP no sólo ha ganado en votos: el hecho es que no ha perdido su mayoría absoluta y en Huelva habrá más de lo mismo.
O no. Porque leyendo el programa electoral de la Mesa de la Ría y conversando con dos personas que conforman esta candidatura, Laura Limón (número 4) y Yolanda Cabezas (número 2), uno intuye que estas personas van a revolucionar esta ciudad y al resto de partidos de la Corporación municipal. La Mesa de la Ría no sólo habla de fosfoyesos y fábricas: también de cultura, movilidad, educación, urbanismo, turismo, entre otros asuntos.
