La noticia ha sido adelantada hoy por el digital lavozdelsur.es en una información firmada por Raúl Solís: Carmen Lizárraga renuncia al escaño obtenido el 2 de diciembre con Adelante Andalucía por la circunscripción de Granada, en cuya universidad es profesora titular de Economía.

Adscrita informalmente a la corriente moderada de Podemos que lidera Íñigo Errejón, que abandonó días atrás su escaño en la Asamblea de Madrid tras incorporarse a la plataforma Más Madrid de la alcaldesa Manuela Carmena, en las primarias de 2016 Lizárraga le disputó sin éxito a Teresa Rodríguez el liderazgo de Podemos Andalucía.

Una líder "sin altura política"

Aunque la contundente victoria de Rodríguez enterró públicamente las profundas diferencias entre ambas, Lizárraga presentó su candidatura 'Ahora Andalucía' difundiendo un documento con un diagnóstico severísimo sobre el liderazgo de su competidora.

Teresa Rodríguez, decía aquel torpedo en forma de manifiesto público, “ha demostrado carecer de una altura política suficiente como para encabezar este proyecto”. Unos días después suprimieron del texto esta frase y otras que descalificaban sin contemplaciones ni paños calientes a la coordinadora regional.

Impugnación de Podemos

Las frases que contiene la carta de hoy de la diputada granadina revelan el abismo ideológico y estratégico que la separa de la actual dirección, el denominado Consejo Ciudadano Andaluz, que Lizárraga también ha abandonado junto al escaño:

-Los resultados de Adelante Andalucía –la confluencia de Podemos con Izquierda Unida– en las autonómicas del 2 de diciembre “han traído una investidura tripartita de derechas que nos envía varios mensajes, el primero de ellos la necesidad de huir del espacio de extrema izquierda más propio de un viejo partido de la resistencia que de una fuerza que proyecta ser transformadora y de gobierno".

-Su "distanciamiento de las posiciones políticas, organizativas e institucionales de la actual dirección de Podemos Andalucía es cada vez mayor (...) tales posiciones son impropias de los tiempos actuales.

-El actual Podemos se ha alejado del "espíritu abierto, deliberativo, participativo y democrático del primitivo Podemos (…) una desnaturalización que es rechazada por nuestros potenciales votantes".

-Atrás ha quedado su "inicial audacia y un fresco espíritu quincemayista que fue una herramienta eficaz que permitió dar la palabra a la gente corriente que comenzó a hacer política y a influir decisivamente en la toma de decisiones".

-El activismo social y la presencia en la calle “son imprescindibles, pero resulta insuficiente cuando miles de personas han querido que haya un grupo parlamentario salido de las urnas para frenar las políticas reaccionarias también en las instituciones".