Que El Rocío es una romería muy tradicional, nadie lo duda. Que es importante mantener y conservar las tradiciones, también es cierto. Pero que la sociedad evoluciona y la coexistencia de la propia tradición con elementos festivos son necesarios para no caer en el inmovilismo, rayano con lo anticuado, también es verdad.
Tic clasista y conservador
La romería del Rocío es una de las manifestaciones religiosas, y a la vez festiva, más importante y relevante de Andalucía. A veces se la ha criticado por mantener posiciones y estilos muy de élite y clasistas. Poco a poco esta expresión colectiva a ido aperturándose y ganando adeptos. Ha sido la propia romería y sus participantes quienes han roto con el cliché casposo que reflejó en 1980 la película "Rocío" de Fernando Ruiz Vergara. Por cierto el primer film secuestrado judicialmente en España tras la aprobación de la Constitución.
Hoy en día, la romería más multitudinaria del mundo, es un fenómeno social que se extiende más allá del sentimiento mariano. A ello ha contribuido un progresivo acercamiento a la sociedad. De ahí que no se entienda la prohibición, absurda porque no se cumplirá, de la alcaldesa de Almonte. La regidora que se llama como la Virgen de su localidad, Rocío Espinosa, ha publicado un bando cuando menos controvertido y que no será del gusto de todos los asistentes.
Un bando declara la guerra a los "hits" del verano
En el bando municipal, Espinosa "hace saber" a los potenciales visitantes que acudan a la aldea que deberán "velar por la conservación de sus tradiciones y promover el respeto hacia las formas de expresión que le son propias". De ahí pasa al elemento conflictivo que reina en las redes sociales: "Quedan prohibido los bailes y cantes que no sean los de carácter tradicional". Es decir, en unos días de fiesta y diversión, con largas horas y animados por el rebujito y el vino de Sanlúcar, los romeros no podrán, en un momento festivo entonar el famoso "Despacito. Quiero respirar tu cuello despacito. Deja que te diga cosas al oído. Para que te acuerdes si no estás conmigo. Despacito" de Luis Fonsi. Mucho menos el voluptuoso y sensual ritmo de Shakira "Yo con mis sostén a rayas y mi pelo a medio hacer... Lo vi solito y me lancé. Me ena-na-namoré, me enamoré".
Solo venta de objetos religiosos
Un modelo de romería, el que inspira el bando de la alcaldesa, que busca una fiesta muy confesional al permitir solo cantos alusivos a la Virgen y a lo religioso. Pero la religiosidad buscada llega a su extremo cuando el bando anuncia que también se prohibirá y regulará la venta en tenderetes, quioscos, puestos o cualquier actividad o comercial que "sólo podrán vender los artículos propios de la romería". Es decir este año, si se acata de manera estricta el bando, solo se podrán vender estampitas, escapularios, medallas y pulseras de la Virgen del Rocío.
"Los tiempos cambian", decía Dylan
Las redes sociales han criticado esta rigurosa limitación tanto en los cánticos como en este apartado comercial. Lo cierto es que aunque se intente regular con prohibiciones y advertencias de retirar las licencias, la gente cantará de todo, entonará canticos devotos pero nadie podrá impedir que ritmos caribeños, latinos o desenfadados salgan de las miles de gargantas deseosas de diversión. Diversión por cierto, no incompatible con el respeto e incluso la devoción mariana. "Los tiempos cambian" decía Bob Dylan, señora alcaldesa. Y como entonaría Sabina, señora alcaldesa "Hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad, el que no camina, corre o está aprendiendo a volar".