El secretario general del PSOE–A, Juan Espadas, zarandea el avispero para tratar de desmontar la mayoría absoluta del PP de Moreno Bonilla en Andalucía. Los socialistas afrontan una reordenación de las estructuras internas para dar cabida a talento externo del partido, por un lado, y anuncia la confección de un “gobierno paralelo” por otro.

Con una doble vía orgánica y pública, Espadas quiere responder a los problemas reales y del día a día de los andaluces. La nueva etapa del principal partido de la oposición andaluz coincide con el cumplimiento de 5 años de Moreno Bonilla al frente de la Junta. En este tiempo, “la degradación de los servicios públicos” y de la gobernanza por “la absoluta falta de transparencia” son constantes, a juicio de los socialistas.

El momento de presentación del “gobierno paralelo” coincide con la crisis del PP en la sanidad. La situación de colapso de los centros de salud y respuesta a las listas de espera ha cristalizado con la dimisión del viceconsejero, Miguel Ángel Guzmán, y el director general del Servicio Andaluz de Salud, Diego Vargas. La consejera de Salud ha dicho que ambos dejan el cargo por motivos personales, pero la vía de agua no cesa.

Con las listas de espera andaluzas disparadas, la Junta presentó una solución exprés apoyándose en la privada, aunque el desvío presupuestario cuenta con el recelo de su propio tribunal de cuentas. Aún así, el plan de choque de sanidad sigue sin dar resultados.

La dimisión de los altos cargos y las quejas del sector suponen para el PSOE–A la primera gran crisis de gobierno del PP, “Moreno ha ocultado su crisis de gobierno sin dar explicaciones (las dimisiones han tenido lugar durantes las vacaciones de navidad). Vamos a exigir una explicación de oficio. Hay una situación preocupante en centros de salud y hospitales”.

Juan Espadas se marca un Salvador Illa

Aprovechando la efeméride de 5 años y la crisis sanitaria, Espadas opta por reformular la voz de la oposición con una estructura que haga llegar a la ciudadanía una alternativa constructiva de gobierno. El candidato del PSOE en Cataluña y exministro de Sanidad, Salvador Illa, es el emblema de no ser solo oposición, sino un gobierno alternativo con capacidad orgánica y funcional que evite improvisaciones. Esa idea, la traslada Espadas a Andalucía y anuncia un gobierno con 10 áreas de responsabilidad, asumiendo también que su proyecto político necesita de más notoriedad mediática.

El que fuera alcalde de Sevilla no ha querido adelantar nombres, pero ante la “frustración de expectativas” generadas por Moreno Bonilla explica que su equipo se repartirá en 10 ejes estratégicos que miren al horizonte Andalucía 2050.

Las áreas de gobierno que, detalla Espadas, no tienen que replicarse en consejerías, se reparten en tres bloques: el primero, el puramente político, que trata de remediar la falta de transparencia de la Junta y la relación del ente autonómico con los Ayuntamientos y su financiación...

Otro de los bloques en los que el PSOE pretende repartir la gobernanza futura es ligar el desarrollo económico a la adaptación al cambio climático, en clara alusión a la gestión agraria y la crisis hídrica que la guerra del agua de Doñana ha ejemplificado en los últimos dos años.

El último aspecto alude a proteger al ciudadano más desfavorecido y a blindar las políticas de bienestar: en clara alusión a la crisis sanitaria, pero también a la educación y el acceso a una cultura que no quede expuesta a los desmanes de la ultraderecha.

El PSOE andaluz es la organización con más militancia en el panorama nacional, sin embargo, Espadas anuncia la apertura e invitación a su formación de voces no partidistas, sin especificar sin tendrían un papel consultivo o de peso directivo. En cualquier caso, Espadas quiere presentar una manera de hacer oposición renovada, opuesta a la de un “presidente narcisista preocupado por la campaña en su partido y al margen de los problemas de los andaluces”.

Pide a Moreno que decida entre los andaluces o Feijóo

El líder de los socialistas andaluces es también portavoz nacional en el Senado, por lo que la presentación de su nuevo gobierno paralelo alterna mensajes regionales con nacionales. En este sentido, ha señalado continuamente a la votación que las Cortes acometerán este 10 de enero sobre los tres Reales Decretos del paquete anticrisis que afectan directamente “al bolsillo de los españoles y también de los andaluces”.

Espadas aprovecha el trago que debe pasar el PP de Feijóo. Los azules deberán seguir su doctrina de confrontación total con el Gobierno, o bien aliviar la cuesta de enero, algo que se sufre especialmente en Andalucía.

El PP deberá posicionarse respecto a las medidas de alivio ante el precio de la luz, el gas, el transporte colectivo o la prestación por desempleo entre otros aspectos, algo que no ha hecho mientras se escriben estas líneas. La única voz clara ha sido la habitual de Díaz Ayuso, que aboga por el al sanchismo ni agua... “Necesitamos un PP que piense en el interés de los españoles y no solo en el desgaste, la investidura ya se produjo”, reflexiona Espadas, que también pide a Moreno Bonilla que explique a los muchos andaluces que están pendientes de estas medidas su postura.

El PSOE-A no ha aclarado cómo afectará la conformación del “gobierno paralelo” a su estructura orgánica ni los nombres del mismo, emplazando a futuras decisiones que tendrán lugar el 26 de enero, cuando tendrá lugar el comité director y gobernanza regional del PSOE.