Un poco después de las once y media de la mañana y en medio de una gran expectación llegaba Juana Rivas a los juzgados de Granada para declarar por la supuesta sustracción de sus dos hijos menores. “Imaginaos cómo estoy”, declaraba a los  medios antes de entrar en los juzgados para prestar declaración con la intención de contra “la verdad”. Rivas dio también las gracias a todos y añadió: "Esto es muy duro".

Se siente desamparada

La juez no ha tomado medidas cautelares contra Rivas tras su declaración, pero tampoco ha atendido la petición de esta de la juez que tenga en cuenta en la instrucción judicial su denuncia por malos tratos contra su expareja y las “situaciones de violencia” que sufrió con ella. Su abogado, Juan de Dios Ramírez, ha llegado a decir a los medios que se sienten “desamparados”.

Entiende el letrado que, para evaluar correctamente la conducta supuestamente delictiva de Juana, es crucial conocer el contexto familiar en que ella tomó la decisión de no regresar con sus hijos a Italia. Si retuvo a sus hijos ilegalmente fue para "protegerlos", ha dicho a la jueza.

Procedimiento en Italia

El argumento central de Rivas para no entregar a sus hijos al padre, Francesco Arcuri, es que se trata de un maltratador y además reincidente. Precisamente por ello Juana no ha despejado sus temores sobre el trato que puedan estar recibiendo sus hijos en Italia con su padre. La justicia española, en cambio, dictaminó que no había peligro para los niños.

Los abogados de la madre de Maracera han iniciado un procedimiento en Italia para que la justicia de aquel país obligue a la expareja de Juana a facilitar el contacto de los dos niños con su madre. “Queremos establecer unas comunicaciones inmediatas y urgentísimas y por videoconferencia”, ha dicho Ramírez. Y es que, desde que entregó a sus hijos el pasado día 28, Juana asegura que no ha podido mantener contacto alguno con los niños.

Juana Rivas está en libertad provisional desde el martes 22 de agosto, cuando declaró detenida ante el juez del guardia del Juzgado de Instrucción número 9 de Granada, que rechazó la petición de prisión sin fianza de la Fiscalía al apreciar arraigo social y nulo riesgo de fuga. Pero la investigación judicial contra ella sigue su curso para esclarecer si pudo cometer los delitos de desobediencia judicial y sustracción de menores.

La Fiscalía cambia de criterio

Como se recordará, ese 22 de agosto Juana llevaba ya cerca de un mes en paradero desconocido tras no acatar la orden judicial del 26 de julio de entregar los hijos de 3 y 11 años al padre, Francesco Arcuri, condenado en 2009 por maltrato a su entonces pareja, que lo denunció nuevamente en julio de 2016. Finalmente, Juana entregó a sus hijos –ya en Italia con su padre– el pasado día 28 en respuesta al auto de la juez de Instrucción 2 exigiéndole dicha restitución.

También es relevante recordar que la Fiscalía cambió de criterio una vez que Juana entregó a sus hijos. Inicialmente había recurrido la decisión de juez de guardia de dejarla en libertad pero después retiró su recurso al entender que las circunstancias habían cambiado y no tenía mucho sentido seguir exigiendo que Juana entrara en la cárcel.